miércoles, 6 de octubre de 2010

Gaur hitza eman, bihar haizeak eraman

-Acabo de inspirarme, el lecho de mi torrente creativo es obra de una compleja copia natural, un entramado milmillonario que conforma mi yo. Soy un río de información cifrada que se supone que es mi personalidad, que soy yo, ¿¡me entiendes!?, tengo que aceptar que mi vida es una copia natural del entorno directo e indirecto, una insana demostración de conectividad y conciencia. ¿Qué hago con mis sentimientos?, ¿¡qué hago!?
-Tranquilo, puedes utilizar tu cuerpo, eso es lo que detiene la reflexión, Anartz, respira amigo, el tiempo solo es otra demostración del lecho sobre el que nadamos todos los días. Está demostrado que tu genialidad es una conexión anómala, diferentes conectomas mal posicionados.
-¿A eso me reduces, Jon?
-Sí, nadie podrá emular tus cifrados sobre todo lo que te rodea, lo cambias todo Anartz, tienes que decidir salir, las presas en tu coto de caza son despiadas, te engañan, debes volver al laboratorio.
-El mundo no merece las respuestas, moriré dentro de este recinto clásico, en esta pocilga bacteriológica, amenazado por la muerte de mis conectones. La vida pierde valor, incalculables segundos de lucidez reducidos a la nada, a la mera navegación.
-Anartz, ven conmigo, despierta, deja ya tus teorías, sé que estás ahí, esperando abrazar un árbol o besar a tus sobrinas, dile a tus presas que no morirán, escupe la tierra santa y vuelve al infierno en el que todos contenemos conciencia.
-Señor, buenas tardes.
-Buenas tardes doctor Dermit.
-Hoy es el día.
-Lo sé.
-¿Por qué insiste?, fue el contrato que él mismo redacto delante de todo su equipo.
-Es que la vida vale, doctor, él tiene que volver con nosotros, es la clave para desentrañar el misterio que llevamos milenios intentando descubrir.
-Tienen las piezas señor, él decidió alejarse y debemos respetarlo, el mundo espera tras sus televisores el desenlace, traerá millones de lágrimas, pero es su decisión, él es su propio conectoma, morirá al marchitarse su cerebro.
-La vida... no es mi afirmación la verdadera respuesta, la vida no está dentro de un juego filosófico, lo queremos a él, lo que logró la ingenieria genética tras miles de millones de intentos hasta dar con un prototipo perfecto, Anartz, ¿cuántos años pasarán hasta que vuelva a aparecer entre nosotros un brillo de tal magnitud?, ¿y si todos nuestros conectones son anómalos y él el verdadero humano sobre la faz de la tierra?, dejaremos morir el último haz de luz para sumergirnos en la oscuridad absoluta en medio de este lago incansable de roca frías.
-Es usted un buen amigo.
-Lo sé doctor, lo extraño.
-Debe marcharse, es hora.
-No lo haga.
-Si insiste la fuerzas vivas del orden vendrán a cumplir el contrato.
-Entiendo.
-Jon, estoy triste, Jon sé que estás, Jon creo que la conciencia es el peor error genético, debemos dejarnos morir a disparos y explosiones, es lo que nos hace bárbaros hasta el final, cuando la naturaleza recupere su equilibrio al extirpar su propio conectoma errático podremos descansar, todas esas vidas que se creyeron importantes, todos los egos y manifestaciones deificas caerán hasta hallar en el polvo su lugar de reposo. Soy un figura que no contiene nada y todo, soy información en todos mis contenidos, sé que me estudiarán, lo supe al ver las miradas de mi equipo en el laboratorio, tienen sed de recorrerme, no niego que pensé en quemarme, explosionarme o ahogarme en el cantábrico, no niego haber creado artilugios perfectos para el suicidio. Aún así, tras elegir una muerte pública supe que las respuestas no llegarán jamás, no están preparados para perder la ilusión, el pastel es bonito, el tiempo provee de estados y las variables numéricas aumentan la sensación de vivir. No están preparados, no lo estarán jamás, el milagro que ellos llaman vivir es un castigo para mi, debo estar en las estrellas, buscando no comprender nada, no analizar nada, ser nada e incluso traspasar el plano físico y no existir en ninguna dimensión, en ningun espacio granulado lento. Mi reloj lo tienes tú en tu muñeca, respira Jon, respira y observa lo que están pisando, solo respira, que la vida realmente es eso, una insistente acción de tus órdenes primarias, un capricho de tu sistema límbico.
-Agur Anartz, Askoren mina, tontoen atsegina.