miércoles, 29 de agosto de 2012

Texto del hastío:

Se acaban de apagar las luces y el tiempo se dispersa, no hay ya mediciones oscuras porque hay ausencia de todo lo que da calor, solo me queda mi interior, mi sensación clara de que soy un elegido, una isla preciosa en medio de una nada aplastante, horrenda.

La genialidad me ha despertado y estoy preparado para recibir la introducción al pasado real, al inicio de los tiempos a las respuestas claras y los canales verdaderos. El viento me provee de la verdad y el agua, fuego y alma están clamando su eterno lugar.

Tengo la certeza de que el cambio está llegando, de que mi trama está corrupta y no puedo desentramarla, estoy armado con tijeras ante el acero forjado por Dioses que no son Dioses, amos de la dominación absoluta, creadores de eso que llamamos vida.

Veo el ojo, los tres puntos que hacen luz y veo que todo pasa por este canal Alpha, ¿por dónde puedo salirme sin dañarme?

Tengo mil ojos en uno, mil opciones en microsegundos, mil caminos y dos piernas, tengo energía nuclear capaz de aniquilarlo todo pero tengo solo un envase y un tiempo limitado, ¿qué hago?

Todas las religiones me intentan captar desde las sombras, me cobijo con mi idea de que todo tiene sentido, solo cuando no hablo, no pienso y no siento, cuando soy un medio entre todas las almas entre todo el amor y entre toda esa gran masa de ondas que lo construyen todo o lo destruyen todo creando tiempo.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Crónica del cambio anunciado.

Lo dejaron tirado frente al portal de su banco, aspiraba polvo intentando recuperar todo el oxígeno que había perdido en el maletero de ese audi viejo despintado. Agua, sonido de agua, el abrazo de su madre, las sonrisas solitarias frente al espejo del baño, algún polvo olvidado, una sonata frente al mar y un suspiro errático con alguna mujer errónea, eso y más, eso y mucho más procesaba mientras respiraba el polvo de aquella calle que había caminado durante décadas. ¿Qué precio tenía el oxígeno que ingresaba en forma de vida a su cuerpo?, pedía un cambio aunque sentía la comodidad de sentir que el peligro ya había pasado, todas las formas del miedo se habían enterrado en alguna parte de la psique.
Tosió, escupió y relamió mientras comenzaba a sonreír tocando en sus pensamientos una canción de Radiohead, ¿cuánto dinero había pasado por sus manos?, no sentía el cuerpo, nada le alejaría de su nueva vida, la bohemia era su opción primaria, nada se asemejaba más a la felicidad que emular aquellos años dorados junto a la naturaleza alucinógena.

-¡Llamen a una ambulancia!, ¿señor, se encuentra bien?, ¡por Dios, hay un hombre desangrándose!, ¡hagan algo, llame a la policía, no sé, haga algo, deme el teléfono, ya!, ¡el teléfono hostias!_se extendió una mano generosa a la vez que sus ojos viraron para ver el rostro de aquélla fémina injuriosa.

La pique conformó una playa oscura con un mar negro tenído de algas rojas, un barco repleto hasta sus bordes, semi hundido se aproximaba a su costa apagada por la sopresa. El miedo llegaba a las costas de la humanidad reprimida, ningún primate sentía como aquél, tendido boca abajo sin mover un músculo.

-¿Puede oírme, señor?, están en camino, entán en camino, míreme, no cierre los ojos, señor, ¿puede oírme?, ¡necesito ayuda, por favor!, se muere, se muere, por Dios, no me dejen sola, no quiero ver morir a nadie, ¡por favor, que alguien nos ayude!_un alma apenada pero segura se acercó delante de la decena cobarde que se escudaba dentro de sus automóviles y ventanas acondicionadas con el calor del hogar contenido.

Del barco descendieron dos sombras arrastrando imágenes acumuladas en una celda, estas chocaban y flotaban, podía ver los movimientos, eran sus emociones reproducidas, aquellos colores y texturas eran sus anteriores minutos, miles de millones en instantes visibles. Sintió recorrer la fría arena acercándose a la sombra más alta y robusta. ¿Cuánto había valido el dinero en sus manos tras conocer el límite de sus deseos?, una risa infante se hizo eco en el aire ácido, algunos pájaros cayeron muertos mientras él miraba los instantes encerrados en la celda de algas rojas y péndulos.

-No cierre los ojos, no lo haga, Dios, ayúdanos, ¿cuánto falta?_ eran dos acompañantes, las sirenas comenzaban a hacerse hueco entre los edificios, la esperanza brotaba, ella solo quería alimentar a Sally su gata con ojos de dos colores y soñar despierta mirando la televisión residual. Se miraron, encontraron en dicho acto una revelación, quizás al sentir cómo las manos se anudaban para extirpar el miedo con el que se habían vestido sin previo aviso una mañana soleada de noviembre en la que nada debía comprometer la rutina en la que tanto luchaban para mantener.
-Tranquila, estamos juntos, ha hecho todo lo que debía, solo queda esperar._pudo haber sido la textura que transmitieron los nervios de sus manos o la energía de descarga que soltaron los cuerpos, quizás fue el olor o las pestañas, sintió a la muerte razgarle la espalda mientras luchaba con aquél desconocido sobre la acera. El horror la elevó y por un instante supo que no había vuelta atrás. Paneó la escena sin pensar para comprobar que no era el sofá de su casa ni la mano ó una garra felina gastada por los años. Vio en la sangre una respuesta y marchó corriendo, llorando mientras sudaba de miedo. Las sirenas la cruzaron en su trayecto mientras que la fugacidad de sus deseos se apagaban para darle paso a la tristeza de la cruda realidad, él, esa persona de razgos indígenas no era nadie especial, ni siquiera el cuerpo tendido repleto de marcas violentas, nada de lo que acontecía podía elevarla en importancia, solo quería recordar cómo se sentía cuando Sally y su ronroneo la despertaba. Tras las frenadas en la avenida junto a la ría se detuvo a recobrar el aliento, la vías del tranvía vibraban silenciosas evidenciando la llegada de esos vagones repletos de gente muda, medio muerta y inconciente. Revisó automáticamente sus sentimientos sin proponérselo y se sintió emparentada con aquél individuo a punto de levitar en las comarcas de la ensoñación o el delirio. Se arrodilló expresando así su terrible agonía y tras unos segundos de rezos cortos temerosos se avalanzó contra la barandilla para saltar libremente hasta chocar con la turbulencia de las aguas embravecidas que buscaban embullir todo lo que encontraba a su paso. Instante antes, instante después la celda de algas rojas estalló en una inmensa galería de colores desfilando para el bancario rendido ante temible belleza sensorial, ¿todas esa gamas de emociones eran el cúmulo de sentimientos que atesoraba hasta el final?, aquello fue grandioso, continuó arrastrándose por la arena fría y húmeda encontrando el frescor del agua rozar sus labios llenándolos de sal, alzó sus ojos desorbitándolos hasta hallar en el cielo esas estrellas que ya no veía regularmente por la contaminación, ante el ácido y el monumental barco dejó de respirar, ya no lo necesitaba, dentro de sus aguas hallábase en plena forma y estado eligiendo así la sabiduría del silencio y las vibraciones como nueva comunicación, el lenguaje desaparecía componiendo sinfonías agónicas en forma de tormentas eléctricas.

-A un lado, desfribilador... uno, dos, tres, uno, dos..._el hombre ante la muerte presente se dijo a sus adentros que aquello no tenía comparación con nada, que sus hijos valían mucho más que la justicia desbalanzada que lo alejaba conforme lo estafaba económicamente. Miró las palmas de sus manos buscando la huella de su historia, oyó un sílbido familiar inventado pero que sirvió para terminar el rompecabezas que conformaba su valentía tapada en piedras y años. Sonrió por esa mujer pálida, esmirriada y frágil, sonrió y se perdió entre esas almas alborotadas en una mañana tibia de noviembre.




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miércoles, 6 de octubre de 2010

Gaur hitza eman, bihar haizeak eraman

-Acabo de inspirarme, el lecho de mi torrente creativo es obra de una compleja copia natural, un entramado milmillonario que conforma mi yo. Soy un río de información cifrada que se supone que es mi personalidad, que soy yo, ¿¡me entiendes!?, tengo que aceptar que mi vida es una copia natural del entorno directo e indirecto, una insana demostración de conectividad y conciencia. ¿Qué hago con mis sentimientos?, ¿¡qué hago!?
-Tranquilo, puedes utilizar tu cuerpo, eso es lo que detiene la reflexión, Anartz, respira amigo, el tiempo solo es otra demostración del lecho sobre el que nadamos todos los días. Está demostrado que tu genialidad es una conexión anómala, diferentes conectomas mal posicionados.
-¿A eso me reduces, Jon?
-Sí, nadie podrá emular tus cifrados sobre todo lo que te rodea, lo cambias todo Anartz, tienes que decidir salir, las presas en tu coto de caza son despiadas, te engañan, debes volver al laboratorio.
-El mundo no merece las respuestas, moriré dentro de este recinto clásico, en esta pocilga bacteriológica, amenazado por la muerte de mis conectones. La vida pierde valor, incalculables segundos de lucidez reducidos a la nada, a la mera navegación.
-Anartz, ven conmigo, despierta, deja ya tus teorías, sé que estás ahí, esperando abrazar un árbol o besar a tus sobrinas, dile a tus presas que no morirán, escupe la tierra santa y vuelve al infierno en el que todos contenemos conciencia.
-Señor, buenas tardes.
-Buenas tardes doctor Dermit.
-Hoy es el día.
-Lo sé.
-¿Por qué insiste?, fue el contrato que él mismo redacto delante de todo su equipo.
-Es que la vida vale, doctor, él tiene que volver con nosotros, es la clave para desentrañar el misterio que llevamos milenios intentando descubrir.
-Tienen las piezas señor, él decidió alejarse y debemos respetarlo, el mundo espera tras sus televisores el desenlace, traerá millones de lágrimas, pero es su decisión, él es su propio conectoma, morirá al marchitarse su cerebro.
-La vida... no es mi afirmación la verdadera respuesta, la vida no está dentro de un juego filosófico, lo queremos a él, lo que logró la ingenieria genética tras miles de millones de intentos hasta dar con un prototipo perfecto, Anartz, ¿cuántos años pasarán hasta que vuelva a aparecer entre nosotros un brillo de tal magnitud?, ¿y si todos nuestros conectones son anómalos y él el verdadero humano sobre la faz de la tierra?, dejaremos morir el último haz de luz para sumergirnos en la oscuridad absoluta en medio de este lago incansable de roca frías.
-Es usted un buen amigo.
-Lo sé doctor, lo extraño.
-Debe marcharse, es hora.
-No lo haga.
-Si insiste la fuerzas vivas del orden vendrán a cumplir el contrato.
-Entiendo.
-Jon, estoy triste, Jon sé que estás, Jon creo que la conciencia es el peor error genético, debemos dejarnos morir a disparos y explosiones, es lo que nos hace bárbaros hasta el final, cuando la naturaleza recupere su equilibrio al extirpar su propio conectoma errático podremos descansar, todas esas vidas que se creyeron importantes, todos los egos y manifestaciones deificas caerán hasta hallar en el polvo su lugar de reposo. Soy un figura que no contiene nada y todo, soy información en todos mis contenidos, sé que me estudiarán, lo supe al ver las miradas de mi equipo en el laboratorio, tienen sed de recorrerme, no niego que pensé en quemarme, explosionarme o ahogarme en el cantábrico, no niego haber creado artilugios perfectos para el suicidio. Aún así, tras elegir una muerte pública supe que las respuestas no llegarán jamás, no están preparados para perder la ilusión, el pastel es bonito, el tiempo provee de estados y las variables numéricas aumentan la sensación de vivir. No están preparados, no lo estarán jamás, el milagro que ellos llaman vivir es un castigo para mi, debo estar en las estrellas, buscando no comprender nada, no analizar nada, ser nada e incluso traspasar el plano físico y no existir en ninguna dimensión, en ningun espacio granulado lento. Mi reloj lo tienes tú en tu muñeca, respira Jon, respira y observa lo que están pisando, solo respira, que la vida realmente es eso, una insistente acción de tus órdenes primarias, un capricho de tu sistema límbico.
-Agur Anartz, Askoren mina, tontoen atsegina.

viernes, 4 de junio de 2010

Pipas en la boca.

Se le cayeron las pipas de la boca, mojadas, algunas pegadas en barbilla, mientras yo rasgaba las cuerdas de mi guitarra sosteniendo las notas con una fuerza dactilar limitada. Me dijo que estaba en un estado anterior a la realidad, veía colores desconocidos, claro que le creía, tenía un doctorado en química con veintidós años, si había alguien sensato era él.

-Te lo explicaría pero es como pasar el dedo sobre la pintura fresca de un fresco, solo podría contarte lo que es el azul, el rojo o el amarillo pero nunca sus combinaciones atómicas que llegan a conformar una imagen semejantemente diferente a la realidad unilateral de aquél artista inexistente y metafórico que estoy citando para sentir que hago bien expresando lo que me sucede. Ángel, eres un ser especial, te faltan alas y serías perfecto a mis ojos, no intentes buscar respuestas encerrado en una prisión de energías controladas y lógica binaria.
-Eres igual que yo, Jon, eres igual que yo, nacimos juntos, nuestros padres nos hicieron amigos, hermanos, desde que comenzamos a ver la realidad, jugamos, interactuamos y rompimos esa realidad que nos daban para hacer algo nuevo, ¿por qué te empeñas en ser distinto?
-No lo entenderías, y no te culpo, si fuese decisivo, determinante para tu existencia haría lo imposible para que puedas entrar en ese espectro, pero no hay porqué hacerlo, Ángel, caen piedras desde fuera sobre el tejado azul que recubre nuestra celda universal, caen seres y te dan respuestas para aliviar el sufrimiento de la duda, caen torres y millones de existencias para contraer los vencimientos regulares. Caen verdades de siglos con una demostración científica y luego tras nueve generaciones cae la demostración con la renovada y persistente ignorancia que tanto pretendemos alejar de nuestras existencias. Cae todo, Ángel y no quiero que estés mirándome así.
-¡El que no se ve eres tú!, mirando hace horas desde la ventana a no sé donde y comiendo pipas como un desaforado, esto no va bien, deja ya de pensar tanto, tienes el doctorado, déjalo ya, respira un poco, camina, huele la naturaleza, lee, mira lo que otros visionarios intentaron contarte hace siglos, explora los mensajes que se reparten entre la cultura. Por favor Jon, deja ya todo ese rollo de colores y universos paralelos, estás desvariando y me preocupas, no has llamado a tu familia desde hace al menos nueve meses, hablan conmigo y están sufriendo tu silencio, creen que les desprecias por lo que eres y ellos no son. Valora todo lo que tienes, pero no te cierres, ellos dieron sus vidas al trabajo para que tu puedas pensar libremente y llegar lejos. Algo no va bien, ¡Jon!
-¿¡Qué!?, ¿qué quieres?, ¡déjame en paz, joder!, ¿qué sabes tu del sufrimiento de mi familia?, todos pasamos penurias, si sus existencias se abocaron a malgastarse por míseros billetes de intercambio lo lamento con el alma. ¿Acaso yo pedí ser un genio?, ¿y las becas que me gané, no cuentan?, es una de las excusas más tontas que has tenido en los últimos días, aunque si hago una lista de tus estupideces no pararía hasta mañana. Ángel, estudia que te quedan tres cursos, tus padres sí hicieron el esfuerzo y no tienes ninguna beca.
-Eso ha dolido, yo no te estoy atacando gratuitamente, eres mi hermano, solo quiero que sigas subiendo, evolucionando, yo sé muy bien quien soy, lo limitado que me siento junto a ti, pero me da igual, mis aspiraciones son más bien banales.
-Las mías no corresponden a esta tierra, siento ser de fuera, me siento como un secuestrado tirado a la buena de Dios en una ciudad incomunicada donde todo es lógica y engaños, colores y texturas prediseñados.
-La mente es muy poderosa Jon.
-¿¡Mi mente!?, me quieren abrir el cerebro ya, me quieren muerto, están hambrientos, me dejan estudiar para luego entenderme, me estudian y no lo ves, en el momento menos pensado estoy muerto para el análisis.
-¡Déjate de bobadas!, por favor, eres muy importante para ellos, si entiendo por ellos a los cientos de millones de personas que agradecen tu descubrimiento.
-No lo entenderías Ángel, me agota hablar contigo, yo sé muy bien lo que pretender hacerme, pero ya me da igual, no pienso escapar, ni dar más claves, no hasta que sepa como irme de este planeta.
-Estás muy mal, relájate, ven siéntate.
-¡Cállate de una puta vez!, pienso irme de aquí cuanto antes, aunque les deje el acertijo resuelto para armar una lanzadera... lo tengo en mi mente, esa mente que dices tan poderosa, allí dentro están las piezas, hay materiales que pienso crear... me duele saber que después eso representará la muerte de esta especie. El dilema aparece cuando te veo dormir, Ángel lo único que me retiene eres tú, hazme el favor de callar, en silencio estás mas guapo.
-Gracias, Jon, gracias por no irte, te creo, eres capaz de eso y más...
-No sabes cuantas vidas no conocemos por estar incomunicados, sé quienes son, sé muy bien donde están, algún día mi amigo, algún día te llevaré conmigo.
-¿Y la humanidad?
-¡Que les den por el culo!

viernes, 28 de mayo de 2010

Desde el escalón.

Caminas sin reflexionar, algo te llama a la puerta de tus preguntas pero prefieres evadirte con los sabores interminables de la lógica matemática que hace de tus puntos verdaderos castillos de tapaderas eficientes ante todos los que te miran, como yo lo hago. Estás hermosa, pisas de costado como yo, gastas la cara izquierda del calzado y crees tener el andar de una reina en pleno acto protocolar. Respiro con dificultad, no tienes nada que ver con este último acontecimiento, es mío, lo provoqué para ti, en unos minutos lo verás, comprobarás de qué estoy hecho, desde este escalón puedo ver tu nuca de cerca, ¿qué pretendes leer?
Toda mi vida luchando como un incansable vencedor para derrochar mi fortuna así, por ti, sé que nada me pides, no sabes siquiera por dónde viajaría si cogiera mi maleta para evadirme en una travesía, tranquila, yo tampoco lo sé, somos innegablemente parecidos, tú ajustas tu pantalón desde atrás y yo agarro el cinturón por delante. Te demostraría con un beso la capacidad de crear horizontes y estallar nuevos universos para ti, pero no creo que estés preparada para tanta diversidad de colores, tu nariz empolvada está a punto de soltar tu gérmenes, qué rara es la vida, me lo demuestras en una metáfora de tu propio destino.
Yo era quien debía abrazarte en las mañanas de tristeza, esas nubes negras que nos hacen inciertos, incompletos, irresueltos... hasta el final. ¿Has mirado al sol sin pestañear para preguntarle que hay detrás de esa lámpara de interrogatorio? Las zapatillas que tengo puestas son de tu misma marca, puedo sentir los dedos de esos niños pegando las partes en mis pies, me hacen cosquillas, ¿piensas tú en todo lo que morimos al aceptar las graves manipulaciones de la humanidad? sonríes leyendo como si el mundo fuera solo el papel y tus retinas, la tinta y tus pensamientos, los argumentos y tus percepciones de la verdad. Hace tiempo que conocí el verdadero amor contigo, ¿tocarte?, mírate como sacudes tu trasero, no existen las órbitas en tu camino, imposible seguirte con los ojos sin detenerme en tus formas, eres sofisticada hasta para suspirar. Curiosamente pienso en el tamaño de los universos, en el de las personas y objetos, de nuestros mundos artificiales encordelados, curiosamente veo que tu aire se quema mientras lo expeles sin daño alguno aparente. Me destrozas sin saberlo, me haces mínimo sabiéndolo, soy uno más de tu lista inagotable de números y voces apagadas. Soy capaz de encender al mundo como una única llama en busca de ayuda en la oscuridad inflacionaria, convirtiendo al mundo en una llamada agonizante, así nos verían y acabaría con este sufrimiento de preguntas sin responder en este lapso que se agota mientras tú respiras mi aire.
¡Segundos más, segundos menos, verás caer la torre que tanto observas cuando buscas en los silencios valorativos una verdadera argumentación para tus limitadas respuestas!, lo verás amor mío, porque mi amor se ha regenerado, y su evolución es irreconocible a mis ojos, nada puede devolver mi monstruo infante, nada, ni siquiera tus evocaciones divinas. ¡La torre y tus dioses del dinero caerán en tus pechos alimentando sus últimas penas!, harás de tu existencia banal una perla verde en la llamarada de odio y miedo encontrados que recibirás pensando en lo que intentaba advertirte el escritor congelado de aquél libro que doblas y retuerces como a un felpudo. Adiós, no le digas nada cuando tu vida se manifiesta en un cuadro inabarcable, podrás soltar toda tu adrenalina, pero allí estaré para recordarte lo que podríamos haber sido juntos, navegando en este mar de sirenas y smog, alza tus manos, extiende tus brazos, estira tus vértebras, busca volar, que todo cae encima tuyo... adiós mi amor, es increíble lo guapa que estás, lo bien que te veo desde el escalón.

viernes, 26 de marzo de 2010

La humedad del mate sin sabor.

-Dame uno sin azúcar, lo lavás en medio minuto, ¡no le tires agua hirviendo!, pará, pará, dejame a mi, mejor lo hago yo, dame el paquete de yerba que está atrás tuyo. La otra puerta, no, la otra, ¡esa!, adentro, atrás del paquete de galletitas, al lado de los fideos, sí, ese._ la humedad recorría la cocina como un ejército de calorías encapsuladas en agua, suspiraron los dos al silenciarse por los sonidos de aquellos disparos innecesarios.
-Bueno, bueno, te ponés muy nerviosa, no soy perfecto, si querés un muñequito de torta te equivocaste de hombre. ¿¡Qué!?, me ponés nervioso de nada._apoyó el paquete a medio vaciar y se sentó apresurado por el dolor de espalda que le provocaba estar de pie durante unos minutos.
-¿Te duele?, si no vas al hospital eso te va a joder todo el cuerpo, no te das cuenta pero es peligroso, de verdad Sebastián, te estoy hablando en serio, no podés seguir así._él estaba morado de contener la respiración, una puntada profunda lo inmovilizaba, quería gritarle a la cara todo lo que pensaba pero le era imposible esgrimir siquiera una sílaba suelta.
-La puta madre... ay, lo que duele... dame un mate, dale, ponelo como vos sabés, a ver si me olvido un poco de... dale Caro, hacete uno, dejá de mirarme tanto que me voy a poner rojo por vos y por el dolor, si no termino reventado le paso raspando._soltó sus brazos dejándolos caer libres hasta detenerse en una postura abierta y de descanso, con la cabeza colgando hacia atrás dándole la oportunidad de juntar toda la sangre nuevamente en su cráneo, mientras se le cerraban los ojos por la presión de aguantar la respiración observaba el techo y sus manchas de humedad.
-Tomá, es el primero, te lo tomás por boludo, por necio, insolente, desordenado, descuidado... ¡Sebastián!_él sabía que podía aguantar debajo del agua hasta tres minutos y medio sin perder el conocimiento, alardeaba de su capacidad pulmonar.
-Dos minutos y medio y estoy como una rosa, escuchame... uh, que bien, se me está yendo el dolor, seguro que ya está acá a la vuelta._ella sonríe, sabe que tienen mucho por hablar.
-¿Y?, este está bien amargo, como te gusta, jajaja, te lo merecés por ser tan..._abrió su mano como un girasol frente al sol.
-Tampoco te pases, también me gusta amargo, eh... es un placer casi sexual, lo hacés de una manera imposible de imitar y fácilmente reconocible, tendrías que concursar por el mate de oro._sentía deseo por esa mujer aún sabiendo que su amigo fue quien la había enamorado primero en aquél río de mates y fuegos con guitarras jóvenes. Tenían que hablar y no era precisamente de su tensión sexual no resuelta.
-¡Ey!, vení, volvé, esa bombilla no es un micrófono, ¿a dónde viajaste?, estabas ido, Sebastián, podés empezar, al final es a lo que venimos a esta casa. Tenemos cinco horas hasta que deje de ser seguro._el rostro de Sebastián se endureció finalizando el sorbo con ruido del final, tras un instante de arrebatos fantásticos soltó el aire.
-¿Cinco horas van a estar dando vueltas por acá?_achinó sus ojos por una acidez tardía.
-O más, pero no pienso pasarme un minuto, quieren que lo haga rápido y bien, sabés como son esos enfermitos._su lengua buscó el aire para atraer su atención, ella lo tenía controlado.
-Ya te dije que no tengo nada que ver, Romero es el que puede decirles algo, bueno, podía, no sé qué mierda pasa pero yo no tengo nada que ver, ¿me estás escuchando Caro?
-Sí, y mirándote, estás distinto.
-Dejate de boludeces, yo no soy ni quiero ser de ellos, ¡nada de nada!, voy solo, libre y no quiero que me metan en quilombos por gusto. El otro día vi a Parada manejando un taxi y me cagué de risa, ese hijo de puta era un genio de la estrategia, casi me meo cuando lo vi, irreconocible.
-Igual no era él, ¿no lo pensaste, Sebastián?
-Era él, tenía que ser él, ese bigote... bueno ahora dudo un poco... ¡era él, dejame de joder!, ¿Qué mierda hago acá?, me quiero pirar ya.
-No puede ser, decime algo, por todo lo hicimos antes, no tires todo a la mierda, vamos a tener tiempo para relajarnos más adelante, ahora decime algo.
-No serás tan... no me estarán escuchando... decime que no, ¡Caro!, ¿me...?, no me jodas, te pienso matar, ¡forros de mierda!, ¡voy a matarla ahora mismo, se creen que no sé lo que quieren de mi!, cagones, cobardes, putos de mierda, los tengo a todos en una buena lista, los tengo bien guardaditos, agachate pelotuda, agachate, ¿te pansabas que con dos mates de mierda ibas a usarme?, chupá puta de mierda, hace tiempo que te veo ahí, me la vas a chupar, ¿estás con el flaco Hernani?, ¡Hernani!, va para vos forro, dale, chupá putita... no hablás tanto eh, ¿te dan órdenes?, como no me la chupes te hago puré, dale... ¿ves?, estás hecha para esto, te encanta... tomatela, andate la concha de tu madre, tomatela, cuento hasta diez, si te veo acá morís.
-Estás equivocado Sebastián, yo... no es lo que...
-¡Andate hija de puta!, ¿me metés acá para que me expriman como a los otros cincuenta mil?, deciles que mi lista es la piedra angular del nuevo comienzo, va a destrozar al sistema como nada lo hizo en los últimos dos mil años, morirán de a millones, está escrito Carolina, no hay pactos, ni amnistías, la sangre será la tinta de los nuevos artistas... voy a regenerarme en otro... lo verás... esto no va a a quedar así.
-No es lo que..._un tiro estalla los critales de las dos ventanas junto a la puerta trasera, otro agujerea la madera vieja y corroída... Carolina muere por la tercera... Sebastián simplemente suspira, como si su aire fuese gasolina y el mechero el próximo disparo, piensa es estallar, solo piensa en escapar, ella era un mal menor, al menos frente a lo que se aproximaba lentamente y rodeaba la casa.
-¿Me siguen escuchando?, puedo oírlos, no les tengo miedo, voy a morir, y en unos instantes, no van a saber nada, pero nada, ni cuando ni donde, cuando menos los esperen los poderes se desmantelarán como sus flotas de aviones inútiles contra el viento y las mareas... la fertilidad de la tierra está fuera de cuestión... títeres.

lunes, 22 de marzo de 2010

La mentira creativa, esa anciana que pedía dinero.

-Soy la persona más desgraciada de este mundo, soy el personaje del escritor o guionista enfermo por el éxito que me exprimiría hasta los huesos por hacerme sufrir todos los calvarios posibles. Mi carne es oro para los leones vestidos de Armani, ¿podría provocar más dolor en mi vida con la pluma de un escritor bienaventurado?, ¡estoy hablándote bigotes!, ¿para esto te pagan?
-No vamos a extenderle la suma que pretende, mi superior me ha denegado el acceso al sistema, debe irse de aquí cuanto antes, señora.
-¡Me violaron desde mi nacimiento!, fui drogadicta, tuve un cáncer que me dejó sin una teta, un marido alcohólico y una hija puta, mi padre mató a mi madre cuando tenía cinco años, la vi desangrarse frente a mi. Nueve abortos y dos niños muertos en mis brazos al parir, nueve operaciones del ojo izquierdo y una amputación del dedo meñique, sin contar los embargos y muertes que vi en las calles cuando vivía sola chupando penes sucios y enfermos por dos monedas inservibles. ¡Yo vi cambiar a la sociedad desde sus basureros!, conocí el amor entre rejas y estudié derecho civil mientras me azotaban los policías que también me violaban. Un escritor se forraría con mi historia, ¿no me crees?, todo me pasó a mi, y me está pasando, ¿tu ves normal que me denieguen un préstamo?
-Señora, no puedo volver a repetirlo, está poniéndome en un aprieto, por favor.
-¡De eso nada!, aquí me tienes, compra los derechos de mi vida, ¡te los vendo al precio que hoy te estoy pidiendo!, lo juro, vas a llenarte de dinero, si solo es contar una parte ínfima de todo lo que me sucedió, créeme, soy la persona con menos suerte en este mundo.
-Lo siento, el encargado de la seguridad de este establecimiento la acompañará hasta la salida, lamento terminar esta gestión de la manera que me ha obligado a tomar, su suerte la elige usted señora.
-¡Eso es una falacia!, es usted un enfermo como el resto, ¿ve mal todo lo que me pasó en esta vida?, ¿por mi ropa y mi falta de aseo me niega el dinero?, ¡son ladrones de guante dorado!, europeos, ahora que el verde ha caducado aprovechan para adueñarse de todo. Seguro moriré en alguna zanja mientras tú comes caliente con tu mujer, pero de los cuernos no te salvarás hijo.
-Me hace recordar una película pero no sé cual, ¿no te parece Richard?_el uniformado lo mira intrigado, se detiene, suelta el codo de la mujer y se echa a reir.
-¡Sí!, la última de ese director.
-Sí, esa, eres el mejor, ¿cómo se llamaba?, envíame al infierno, o algo así.
-¡Esa!
-Mi desgracia no tiene infierno, el infierno es la vida y la muerte para mi, en ninguno de los planos estaré plena, todo se oscurece a mi paso, quien escriba sobre mi, será rico.
-Tengo un cuaderno, acompáñeme por favor, mi nombre es Richard, él, es un empleado, y su jefe no deja de instigarlo, venga conmigo, yo le daré cobijo, comida y algo caliente que beber, en mi oficina tengo espacio para los dos, yo también vivo allí, rodeado de cámaras.
-Joven, mi dicha es la maldición de ser la mujer menos afortunada de este mundo.
-Es eso lo que pienso retratar con sus palabras.
-¿Es verdad?
-Claro, señora, no sé cómo decirle esto.
-Dime hijo.
-Vivo aquí, trabajo aquí, soy una persona en búsqueda del momento, un cazador de sueños y realidades alternativas, soy una vida que se plasma en las tintas de la selva que nos vio criarnos como abono para el futuro... soy escritor señora.
-Pues... prepárate, ¡serás rico!, pero primero debes pagarme.

domingo, 21 de marzo de 2010

El mar en una botella de ron.

Me hierven los ojos, su acento me incomoda, el acento de mi consciencia, ¿cuándo tomó referencias de otros pueblos para aniquilar mi propia identidad?, los caracoles me hacen acordar al mar, su geometría playera, no lo sé. Allí fuera estallan los cristales del calor, algunos gritan hasta ahogarse en sus sudores, la presión de la atmósfera que mantenemos en esta sala me anula por completo, o al menos está a punto de hacerlo.

-No te muerdas el labio, puedes infectarlo, ¿has pensado en dejar de respirar?
-Me... cuesta... hablar... no..._otro más, cuando abro las puertas entra el viento solar y termina por incendiar parte de la sala que esperaba ser desintegrada por las calorías universales.

Desde mi nacimiento me vi envuelto en miles de posibles muertes a manos de la naturaleza pero ninguna acusaba al sol de tamaño desastre, lo común, apelaba a la sangre brotando por la gracia de un disparo, una lanza, un golpe o un cristal en el sitio menos indicado, pero nada se acercaba al poder del sol. Es que lo veíamos en tantas películas que no tenía mérito imaginar algo tan digerido. Ahora que lo recuerdo, en varias noches me levanté al borde del ahogamiento, tosiendo con la garganta seca, no dejo de encontrarme en ese instante en que creía que moría aún siendo consciente del mal sueño. El rugido de las nuevas explosiones llegan hasta aquí, estoy a salvo mientras resista, serán solo unos minutos, quizás miles pero no más. De niño miraba el cielo en vez de dormir la siesta, todo era quietud en mi pueblo, la brisa meciendo árboles y las hojas chasqueando como palmadas suaves de aliento. Pensaba que el cielo era el suelo infinito en el que evitábamos caminar, ahora solo veo llamas comer los siglos de conocimiento, ¿qué hacer contra el calor?, todo está fundiéndose, ya no sé si los artistas que tanto admiré tenían mucho sentido en este escenario.

-¡Solo!, ¡bien solo!, ¿pasa algo?, ¿quieren mis cenizas para los que lleguen en un millón de años?, todas las manifestaciones podrán acercarme al epicentro de la creación... ¡No estoy solo!, me acompañan ellos, ¡no respiran el calor porque prefieren soñar con agua!_es probable que el sueño sea parte de mi psique infantil, es probable que sea una tarde de aquella en la cama con el pie sobre la rodilla, rascando mis dedos con las frazadas cuadriculadas de dos colores, hay una relación directa entre mis pensamientos y lo que pienso realmente antes de formularlo como valor de lógica. ¿Soy yo?, ¿¡esa voz aflautada y con acento extranjero soy yo!?

El calor me obliga a olvidarme, siento como se deshacen mis dedos, se cae mi labio inferior, no puedo hablar... se funden mis harapos... la vida recién comienza.

lunes, 15 de marzo de 2010

Las directrices del viento.

Cien millones de habitantes acaban de digerir una tostada al mismo tiempo, ciento un millones de habitantes terrestres acaban de ir al baño en un bar de centro comercial. Una, dos, tres, pam, pam, pam, pum, y las tres que tenía para aliviar se me fueron por atrás... pam, pam, pum y pum, esa me está mirando, ¿qué le podría decir a una mujer que se da vuelta para mirarme desde abajo hasta arriba, incluida mis entradas?, pim, pim, pum, pum, pam, tac, tacata, tac, plaf, plaf, tum, tum, tumtum, placa, pla, pla, pulilulu, lala, plum, plum... ¿qué mira ese engendro de feria? Los edificios no se han levantado bien, están sucios, seguro van a resfriarse y a escupir a todos esos enfermos por el trabajo. Me quedan diez minutos en cuesta arriba, ¿quién quiere caminar tanto con tantos coches?, espero que fabriquen en masa esos vehículos verticales... pim, pum, pim, pum, tacatac, tac.

-¡Mira por donde vas, idiota!, casi matas al niño._ a veces los matan ellos al no mirar lo que están haciendo, hace unos meses un niño se ahogó en su coche, ella destrozada por el estrés olvidó dejarlo en la guardería, ¿por qué no puedo golpearlo sin querer?, es que la gente es lo que es y no pienso darle más vueltas.Me vibran los pantalones, no, es el corazón, el bolsillo de mi chaqueta, qué sucios están los edificios hoy, se dejan día tras día hasta que la naturaleza ejerza la fuerza devastadora, en esos instantes recordarán esa mañana que pensaban diseñar vallas contra inundaciones y mareas altas.-¿Quién?, hola, hable..._números desconocidos y alarmas silenciosas, adoro mi época.-¿Ed?_hace mucho tiempo que no oigo ese mote, sigo caminando, tengo ganas de tomarme un chocolate caliente, sí, con mucha espumita, y esos bizcochos que... no mejor bizcochos no, me dan mucho trabajo, pero esas tostadas integrales para compensar no estarían nada mal.-¿Ed?_no me digas que me sigue, no, me cago en todo lo que tengo frente a mis ojos, esta ciudad se vuelve cada vez más pequeña.-¿Ed?_ lo tengo cerca, seguro va a...-Ed, soy yo, Less, ¡Ed!_no hay vuelta atrás.
-Hola._me duele la cabeza, estoy hirviendo y me quema la piel de toda la cara, quiero catapultarme lo más alto que pueda y no me importa no pensar en la caída, será menos dolorosa.
-¿Así me recibes?, después de todo lo que hicimos por ti, ¿estás bien?, te noto algo.
-¿Tenso?, no, es que iba muy entretenido.
-¡Te he visto!, casi matas a ese niño negro.
-¿Era negro?
-¡Claro!, no cambias más, la madre juraba en hebreo, tenías que verla, según caminaba pude escuchar algo de racismo, son así, no te pongas mal.
-¿Era negro?
-Sí, Ed, ¿te sientes bien?
-¿Yo?
-Sí, tú, cuanto tiempo mi amigo, mucho tiempo, casi pierdo esta oportunidad, no sé porqué se me ha ocurrido doblar en esta esquina, siempre voy por otro camino pero por cosas de la vida he cogido este y mira, ¡aquí estamos después de tanto tiempo!_la vida suele ser así de caprichosa, temo que la culpa es mía, lo he recordado hace unos minutos, la telepatía es un mal universal, aunque todavía no lo aceptemos ya podemos hablar sin hablar.
-El tiempo.
-Ed, mírame, hablo del tiempo que pasó desde aquello, todo el mundo estuvo detrás de ti pero no sé cómo lo hiciste pero lo hiciste.
-¿Qué hice, Less?
-Esconderte, la policía estuvo indagando hasta que uno de tus familiares les explicó bien lo que habías decidido, el resto de mortales tuvimos que conformarnos con saberte vivo.
-No sé de lo que hablas Less, de hecho, no sé muy bien quien eres.
-Vamos, deja ya las tonterías, me veo distinto, pasaron ya nueve años pero sigo siendo Less, ¿tan viejo me veo?
-No es eso Less, solo que no te recuerdo completamente.
-Yo te ayudé a publicar el primer libro, luego llegaron dos editores más, uno de Hungría y otro de América, nos peleamos durante meses en las cadenas de televisión por los derechos de la obra. No pienso seguir con esta farsa, tú sabes muy bien quien soy y se acabó... tienes algo que me pertenece.
-No tengo nada, soy pobre.
-Nada de eso, eres inmensamente rico.
-Vivo bajo un puente junto al monte.
-Es mentira.
-Solo sé volver allí, tengo tu nombre escrito en algunas hojas que me quedaron en un bolso marrón, algo puedo percibir de lo que eras. No puedo quitarme el chocolate caliente de mi cabeza, lo siento, debo irme.
-¡Ven aquí!, tengo algo que darte, es muy importante.
-Quédatelo, a ti te hará falta, yo hace tiempo que me olvidé de todo.
-¿Qué le digo a Dios cuando muera?, no puedo permitirme dejarte solo otra vez, Ed, tu obra pide que la escupas, que vuelvas a la literatura, eres increíblemente joven, no me dejes aíslado, leyéndote como un desesperado, imaginando que todos los problemas pueden disiparse con la lectura, ¿qué le digo a Dios cuando llegue el final?
-Dile que eres humano y que no le crees eso de que creó el mundo en siete días.

viernes, 12 de marzo de 2010

Folson 9

2 de septiembre, New York city, 9 Folson ST.

Llevo años sin responder, lo sé, no lo pienses así, tengo cien películas que pueden gustarte, te las relataría en nueve fascículos y serías un hombre feliz, pero no, aumento mis expectativas solo con intentar decirte la verdad.

Desde que nací fui un inadaptado, maté, violé en la guerra y pude salvar vidas que prefiero olvidar, sus rostros me llaman por las noches y a veces por la mañanas mientras me busco en el horizonte perlado que amo observar. Pensarás que miento, ahora mismo tu enano interior te obliga a odiarme, en este instante te preguntas una y otra vez cómo será mi barba de tres semanas, el abrazarme un domingo a la mañana o simplemente verme esperarte en alguna esquina. Lo siento hijo, de verdad lo siento mucho, aunque todo el amor me reintegre con tus pensamientos, yo, tu padre, estoy fuera, muy lejos de este mundo material. ¿Qué estoy diciendo?, ¿eso piensas?, síentate, esto recién comienza, vete a buscar unos refrescos, coge comida para un día entero, lo tengo estudiado, no vas a moverte del sofá, no a menos que lo hagas para sentarte en el baño a defecar lo ingerido anteriormente. No quiero que pienses que todo esto es para meterme en tu mente y utilizarte como supuestamente lo hice con tu madre, recuerda que esto va a ser para largo. Vamos, ve a por esa comida y si puedes ve al baño también, todo lo que diga a partir de unos folios cambiarán tu vida para siempre, y tienes que seguirme al dedillo, la información que existe en este instante entre tu y yo es esta, estas hojas con millones de palabras, solo tienes que leer de corrido sin interrupciones ni saltos de páginas, te conozco, vas a intentarlo pero perderás mucha más información ya que he diseñado cada hoja con un fin, no comprenderás nada al fin si no lo haces tal y como te lo describo. Ve de una vez hijo.

¿Ya está?, perfecto, ¿recuerdas a Mollie la mujer de Paul de la calle seis?, tenían una casa con jardín de rosas blancas, el camino sin sus baldosas al final, aquél cuadro de Jesús dentro de la ventana, ¿estás mentalmente allí?, seguro que no, es mucho tiempo atrás. Tengo más datos, ella era morena, ojos claros, verdes quizás, tenía un escote atrevido siempre, las faldas habitualmente eran floreadas y sus manos blancas de pianista con las uñas moradas a tono con las flores que vestía. Tengo más, la madera del hall de entrada estaba podrida, solían tener suelto al perro... ¿qué raza era?, ¡ese!, Junior C, ese perro, muy bien, lo has recordado, ¿qué cómo lo sé?, tranquilo no sufras, no estoy dentro tuyo, soy tu padre, reconozco la lógica de tus cuestionamientos primarios, es normal que pueda promover, preparar y confeccionar todo este relato para que caigas en mi redes paternales pero no, no me preguntes el cómo, solo lo hago, es como si pudiese ver la lata de cerveza que tienes junto a la mesa y no la de refresco que yo supuse que tendrías, ¿magia?, no, nada de eso, vamos a suponer los dos que yo estoy junto a ti como un espectro y puedo escribir esto mientras tu piensas, en ese micro segundo yo actúo y le doy sensación de presente a lo que en realidad es pasado y presente simultáneamente. Ya lo sé, y no estoy loco, relájate y deja ya de botar como un desquiciado, yo soy tu y es una forma de manifestación indiscutible. Debemos hablar, y lo he dicho antes, de corrido, sin movimientos, sin gritos ni pataleos. Estábamos en la casa de Mollie, allí dentro teníamos unas fotos con la familia, necesito que te acerques con tus pensamientos y veas algo que no puedo ver. Es importante que me lo digas, o que lo susurres.

-¡NO VOY A CAER OTRA VEZ!, ¿Dios?, ¿existes?, seguro lo has puesto en este papel asqueroso que hace que habla conmigo, ¡estás muerto maldito idiota!, eras un alcohólico, ¿quién crees que era para volver así?, lo que me falta es que seas un señor cuando fuiste un animal de feria.¡Vete de una maldita vez de esta casa!_mientras gritaba desaforado desde el otro lado del cristal se oían susurros.-¡Calla ya!, no quiero leer más, no pienso leer más._el sofá blanco estaba repleto de patatas y bebida. Desde detrás del cristal algunas voces tomaron fuerza para expresar su análisis.
-El individuo manifiesta descontento, las hojas en blanco representan recuerdos... la información concuerda con la muerte de la señora Mollie Paterson a las ocho y treinta del día de ayer, tenemos personal estudiando el escenario del crimen._otra de las voces tapa a la primera.
-Debemos prestar atención ahora mismo, señores, estamos en presencia de un hecho magnífico, la ciencia al fin manifiesta todo su esplendor en un ser humano. Cierren las puertas y abran las ventanas, que despierte del trance, tres dosis de benzodiacepina, necesitamos el ensayo general de la obra de mañana, el asesino cree poder continuar._ las voces se apagaron entre lamentos y lágrimas.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La lectura de William Van Dock.

-Estoy así, cansada, me encantaría tener tu paz, te veo y me proyecto, me elijo entre miles de hombres... pero no, soy esta, ¿no soñaste con ser mujer?, no me mires así, seguro lo pensaste entre sueños, o alguna tarde aburrido sin jugar a nada._Eposi mantuvo el silencio valorativo para contemplar así un gesto de evidencia, una respuesta sin palabras, ella era un alma blanca, observadora, Ateh, sin embargo cargaba una negatividad excesiva, el combate lo había dejado al borde del sueño, aunque ella se negaba a dejarlo descansar, necesitaba soltar su verborrea incansable para conciliar el sueño.-Dime que sí, estoy segura que sí, no mientas Ateh, conozco lo que intentas decir.
-Deja ya de molestarme, casi me asesinan, me he salvado gracias a una caída inesperada, mi asesino cayó contra una rama afilada y me convertí en el vencedor por accidente, nadie lo ha notado, pero sé que ha sido así. Por favor Eposi, déjame dormir, necesito olvidarme de su rostro antes de caer, su furia era aberrante, no sé que pensaba hacerme esa pobre víctima.
-Eres cobarde Ateh, daría todo por cambiar nuestros cuerpos en el combate, mordería sus músculos hasta desgarrarlos, mi condena es esta vida, pienso irme Ateh, contra todas las voluntades que se enfrenten a mi decisión.
-Estás fuera de ti, eso sí, nunca estás donde tienes que estar, Eposi, duerme amor mío, las estrellas piden clemencia ante tu impaciencia, algún día quizás te conviertas en una guerrera, el pueblo pide a gritos un mártir.

William llevaba cinco horas sin detenerse, leía a veces olvidando respirar, su poder creativo explotaba a cada palabra, no existía ninguna máquina capaz de emular sus escenarios, sus mundos brotaban incansables. Era tarde, quizás las tres de la madrugada, mala hora para una lectura apasionada.

-¡He dicho que duermas!, siempre me haces lo mismo, tengo que trabajar, tu padre no deja de roncar y tu haciendo ruido con los pies, ¡te he dicho que dejes de leer!, no sé en qué pensaba cuando me dejé engañar por tu padre._cerró la puerta enfurecida, afectada por el mal sueño y la rabia de convivir con aquellos asiduos maniáticos.
-Mamá... mamá, solo un minuto más.
-¡Cállate bola de carne!, cállate y duerme o no te reconocerás mañana de los golpes que pienso darte... ¡Dios!, ¿qué enseñan en ese colegio?, ¡Dios!, un día pienso dejarlos solos, estoy harta.
-Mamá.
-¡Tápate y duerme enano de circo!, ¿¡no me oyes!?, que duermas he dicho.

martes, 9 de marzo de 2010

¡Bum-Bum-Bush! and Obama´s club y el psico Fidel.

-Pensaba que eras un pigmeo universitario, no un teniente de selva y disparos distraídos._ estaban de pie, detenidos en las posturas más cómodas para dejar pasar el tiempo mientras esperaban ansiosos el final de la jornada de trabajo.
-Cuatro bajas causé, pum, pum, pum y pum, así nomás, parecían maderas de árboles volando._ una posible clienta pasó junto a ellos mirando los letreros que anunciaban la comida rápida que dispensaban cada día, al verlos tan concentrados se quedó tranquila, ya no iban a obligarle a comer por compromiso, apuró el paso hasta perderse en el corredor, tras el expositor digital que anunciaba perfumes que usaban los símbolos sexuales de moda.
-No me lo puedo creer, ¿tú haciendo eso?, por Dios, madre mía, ¿en qué pensabas?, yo no podría dormir con tanta muerte en mis espaldas, ¿no piensas que mataste las ideas de un hombre?, bueno, de ¡cuatro!_el más alto cruzó sus manos detrás de su espalda para descansar los hombros, por dentro le invadió un temor a los disparos desprevenidos, lo miró fijamente para intentar encontrar culpa en la persona que creía sana y pura. Su asombro era una firma falsificada en el relato verídico de su compañero, él quería decirle que era una mierda de persona pero solo le salía la sonrisa de apariencias y buenas costumbres.
-Matar o morir, esos hijos de puta mal paridos habían destrozado poblados enteros con minas anti persona, vi morir a un niño en los brazos de su padre, corriendo entre las bombas buscando vida para su hijo, destrozado él no dejaba de correr para salvarlo, por eso matábamos a esos degenerados._una gota de sudor recorrió su axila hasta fundirse en la tela de algodón de la camisa de trabajo. Su compañero, perdido entre recuerdos soltó una sonrisa franca como todas las anteriores, el más alto apretó fuerte su brazo derecho soltando energía de choque y expiró todo su aire buscando una alternativa de despresurización.
-Es que eso es tan... duro... no sé qué palabra sirve para acotar esto, yo no podría Rodolfo, para mi es tan..._ el más bajo miró al techo enfocado en una luz alógena, el más alto se entretuvo con el suelo contando con los dedos de sus pies cuentas mentales de distracción.
-Hay algo en la película de Forrest... la parte de la jungla, ¿sabes la que te digo?_su compañero le asiente complaciente y algo agotado por la catarata de imágenes que se había creado de la guerra.-en medio de la selva, por la noche, cuando llovía a cántaros, pensaba, ¿qué estoy haciendo aquí culo cagado?, eso era tenaz, uy hijo de puta, eso no había quien le aguante, pero siempre, aparecían las estrellas y se limpiaba el cielo de un rato a otro... como en esa película, cada vez que la veo vuelvo a la selva... no fue tontería, dos años en medio de la selva, a veces bajábamos a por víveres vestidos de civiles y comprobábamos que todo estuviese bien. Pero sí que maté, y nos mataron.
-¿Sí?_su atención volvió a sus ojos, sentía que la balanza de la vida hacía lo suyo, se alivió instantáneamente, como si todas esas muertes se cancelaran como los números negativos y positivos de una ecuación.
-Cayeron de mi pelotón, dos, pero sí que los sufrí macho, esos eran mis pequeños, la pasé mal huevón, la selva en Colombia es dura, póngale cuidado, muy dura._la música ambiente del centro comercial seguí su rueda continua de entretenimiento fuera de tiempo. El sonido de las sillas chirriando con las baldosas brillantes lo devolvió a la realidad del verdadero relato en sus vidas, de la verdadera lucha diaria por sobrevivir en una selva asfáltica y con miles de animales carroñeros esperando devorar todas sus intenciones de éxito.-Las guerras son malas huevón, no le recomiendo, eso estaba bacano pero tocaba pringar mucho huevón, yo lo dejé por la puta espalda, me dieron de baja por tener escoliosis lumbar, estuve jodido mucho tiempo, pero me quedó la pensión de por vida, un millón al mes, allí está bien.
-La guerra es simplemente el eje del poder más evidente, es la lucha del pobre contra el pobre en una sin fin de sin sentidos, a decir mejor sí tienen sentido las guerras... el dinero. Hablan de terrorismo cuando el primer acto terrorista es avanzar a tiro limpio contra civiles en un capital de un país. Todos los gobiernos están enlazados entre sí, dan muerte sin pensar nada más que en dinero. SON LA PEOR MIERDA QUE EXISTE EN NUESTRA ESPECIE.
-La guerra es la evolución.
-¿Qué estás diciendo?, tu no estás bien.
-La guerra da frutos tras la devastación.
-Estás loco, de remate, Rodolfo, lo que dices es muy grave.
-Pues es lo que pienso maricón.
-Está bien, vamos es hora de recoger, si no apuramos nos dan la una de la mañana.

domingo, 7 de marzo de 2010

El abrazo milenario de un árbol que decía adiós.

Juntamos hojas desde la mañana, en silencio, buscando los sonidos del viento al mecer el bosque, éramos dos organismos derivados, dos engendros despreciados por un pueblo injusto y enfermo. Habíamos perdidos horas sin decirnos nada, los silencios nos alimentaban las miradas, las volvían temerosas y amenazantes por momentos, no hubo en aquella tarde de grises azulados expresiones directas, no queríamos traspasar las virtualidad concreta que nos separaba invisiblemente. Ya era mucho aguantar la soledad en compañía, sobreviviendo a tempestades y ciclones con mañana de nieve, era el peor de los pronósticos que habíamos sopesado antes de anunciarnos en la plaza tras años de cautiverio ecléctico. Todavía sonrío evidenciando los restos de azotes pintados en recuerdos dañados, escribo estas líneas para poder recordarla a la perfección, aún sin describirla evoco todas sus expresiones sin error alguno, como si cada letra que ahora mismo se desprende de mi boca fuese una coordenada dentro de mi mapa neuronal.
Siento el frío que me inmovilizaba al cobijarla, mi espalda sufre hoy los embates de los vientos huracanados, las marcas son el daño colateral, la insignia de la memoria sensorial de mi cuerpo, aún así, con todo el sufrimiento, no cambiaría un parpadeo de su olor. Respiraba con su nariz pegada a la mía, gemía de miedo todas las noches mientras yo pensaba en la pasión que podía ofrecerle para dejar atrás el sufrimiento de nuestra naturaleza.
Tengo las voces del pueblo aunadas en un coro horrendo. ¿Quién determina la belleza de una civilización?

-¡Cortadle las cabezas!, van a contaminarnos, nuestros hijos nacerán enfermos, ¡fuera, bestias!, ¡el amor de Dios no contempla el fallo!, ¡Dios es perfección!, mátadlos, matádlos y aliviad al pueblo._Creían que forzaríamos el cambio de una forma abrupta, comenzando en modificar a la civilización, sus temores fueron luego los de ella al gemir soñando con la muerte sin reconocer siquiera el filo de la vida, la matriz real del sentimiento al respirar. Su consciencia se acabó en aquella plaza y jamás volvió a gestualizar una expresión o diálogo interno, al menos no frente a mi.

El comienzo de un fin puede determinarse de tantas maneras que no cabrían folios en el mundo para detallarlos, estábamos hechos para el comienzo de la misión pacificadora. ¿Quién determina la extinción de millones de razas orgánicas?, es Dios que tanto magnificaban en sus plegarías no hacía más que evadir su puesto de relevancia. Allí, en aquél tronco recostado que visualizo nos mirábamos por horas, incluso días por temporadas, recuerdo gritar fuera de mi al encontrarme sin ella cuando me dejaba por unos minutos para acomodar las hojas secas. Lloraba reencontrándome con mi verdadera misión, mi futuro escrito que solo podía demorar para estar con ella, mi compañera de destino. Hubo un humano, uno solo de los miles que se reunieron, minutos antes de salir a la plaza se atrevió a ingresar al calabozo, sus ojos, esos brillos de plenitud, el vigor de la verdad, el yugo de la tentación por contradecir al mundo y cumplir consigo mismo, veo su cabellos ondear al sentarse junto a mí, la bestia que tenía el número marcado a fuego en la frente.

-No temas, deseo pedirte algo, no temas, me quedaré junto a las barras de acero para que puedas comprender, señor, que mi acto de valentía corresponde a una fe que desconozco, a una motivación lejana a mis creencias y conocimientos. Tengo solo unos minutos... oh, señor de las tierras lejanas, del imperio desconocido, acabo de conocer mi final, sus manos son el portal a aquélla imagen que no deja de presentarse en todas las noches de sueños con ojos abiertos. Sé, señor mío, lo sé, no hay nada ni nadie que pueda compararse a su belleza, lo reconozco, sé quién es y quiero que su cuerpo acabe con mi estado primitivo de vida, mi físico rasgado por las bestias mundanas de estas tierras enfermas pide deshacerse entre los insectos y animales que corresponden a un status mil millonario de deformaciones. Toque mi frente, bésela si quiere, abra mi corazón con mi espada y extirpe toda mi alma para guardarla, ¿puede hacer eso por mi, señor mío?_ Los cánticos alentados por esos seres de armaduras oxidadas eran los suspiros del miedo, sabían que podía con todas sus mediocres técnicas de defensa pero aún así, suspiraban enérgicos engañados por sus falsas personalidades enmarañadas en la colectividad.

Durante miles de días estuve abrazado a un árbol singular, fue poco después de acabar con su vida, gracias a su sangre pude morir frente a ese millar de incrédulos, dejé que escupan su energía voltaica e ineficiente durante unos cientos de segundos hasta fallecer al completo. Recuerdo oírlos discutir sobre si quemarme o dejarme pudrirme en el bosque, otros pocos habían propuesto soltarme en el mar para alimentar a otras bestias de las profundidades, la decisión final fue dejarme sobre una plataforma de madera durante la noche en que logré perderme en el bosque.

Estoy decidido a comenzar lo que tuve por designio hace miles de años, debo explicaciones, aunque no hay nada que me impida dejarlos vivir, ¿por qué?, ¿¡por qué haría tamaña estupidez!? Pronto los gases se desplegarán por el aire y las aguas, en cuestión de minutos volveré a verla, esté donde esté, su misión sigue siendo acompañarme en la travesía. Espero que esta vez vuelva con palabras, con susurros humanos capaces de volver a germinar estas tierras con un nuevo germen más eficaz. El nuevo diseño lo llevo dentro, la energía se distribuirá sintetizando la vida con la continuidad de mis antepasados previsores. ¿Dónde estás?, el silencio de la victoria será nuestro al mirarnos con esos ojos que nos regalaron.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El final abierto de una muerte sin anuncios ni comentarios.

-Me muerdo los labios, lo gritaría en el metro a las ocho de la mañana, es que me puede, ¿de dónde sacas todas esas cosas?, perdóname, no soy muy... es que me diccionario tiene pocas palabras, mi padre solo nos permitía escuchar sus sesiones de piano absurdas, antes de dormir... uy perdóname, es que no dejo de verlo, tengo la luz apagada para relajarme y mira, no hago más que torturarme, perdona. Te decía, son increíbles, absolutamente absorbentes, esas historias no hacen más que enamorarme._ la habitación olía a semen desparramado con deseo mental.
-Son retazos de lo que puedo transmitirte, contigo desaparecen las muertes que me rodean y los sacos de sangre que veo derramarse día y noche.
-Ya tienes treinta seguidores, hablan de ti en algunos portales, a ver si te vuelves...
-Atentas en contra de mis sentimientos, puedo establecer permisos de acceso, está levantando demasiado vuelo y me incomoda.
-¿Qué?, de eso nada, ¿a qué temes?, tu literatura es un don del mundo, aparte si cierras el acceso muchas personas se encargarán de investigar y llegar a la raíz, eso quizás sea peor. Así de público está bien, yo sé que son para mi, y lo juro Danield, juro por Dios que no hay ningún autor en el mundo que haga tantas modificaciones emocionales en mi cuerpo en cuestión de minutos.
-El sedimento del cual nacen esas vidas son gérmenes del amor, frutos de naturalezas creadas solo para ti, sin tu imagen en mi mente, sin tus acciones mundanas enfrentando las delicias del placer, no habría nada, cabría el átomo de la creación en un cuenco de cristal, sería la contradicción de mi verdadera existencia. Amo tus abrazos que no reconozco tras el paso de la experiencia sensitiva, me deleito con tu voz sin ser receptor de tus sílabas silbadas con el perfume de tu boca._ un silbido intenso pero lejano los dejó en silencio por unos segundos, el retardo, la espera sirvió para comprender las últimas palabras, los dos estaban unidos, a pesar de la verdadera kilométrica distancia.
-Tu blog va a llegar muy lejos Danield, el amor fluye, pero sin esos dibujos que todos los días nos revuelven el estómago, estoy plenamente enamorada, si supiera de ti, si alguna de estas noches fuese la verdadera, esa en la que realmente cumplo mi sueño de conocerte y tocarte definitivamente.
-El amor es el tacto inexistente, nos revuelve, revoluciona, nos obliga a querer destrozarnos los cuerpos buscando el verdadero sentido, aún besándote con la pasión que ahora mismo suelto en mis dedos, aún así me encontraría limitado, frustrado... puedo regalarte millones de besos y caricias al levantarnos en nuestro lecho de amor, podría incluso enseñarte los secretos más profundos de mi mente... pero nunca sería igual, Lilian, estoy dentro tuyo, en esas líneas imaginarias._encendió la luz repleta de lágrimas, golpeando furiosa la almohada, soltando mucosidad sin gesto alguno de limpieza. Derrotada, silenciosa hasta la agonía, giró su cuerpo para acomodarlo suavemente sobre la sábana azul aterciopelada, al hacerlo el perfume la invadió retornándola en una de sus historias favoritas.
-¿Y el día que te mueras?, no habrá más historias para enlazarme con tu alma.
-Ese día, vestirás de blanco, caminarás por una playa de rocas volcánicas y leerás desde el principio cada una de aquellas epopeyas sexuales.
-Eres... me duelen los ojos de llorar, me arden, Danield... tengo una pregunta, no quiero que te incomodes.
-Dime, no hay nada que me deje fuera de éste círculo perfecto trazado a nuestro alrededor.
-¿Eres Danield realmente?, digo, ¿vives en Cranbrook?
-Ya hemos hablado sobre esto Lilian.
-Pero.
-No hay excusas, es un tema que me deja en un camino incierto entre el abismo de la desconfianza y la pared de un amor mundano.
-¡Perdona!, perdona, me pongo un poco estúpida cuando lloro, me duele la cabeza, necesito comer unas galletas, las de limón que me preparaba mi madre, oh, cómo la extraño, ¡quiero verte!, no es justo que viva así, encerrada sin comer ni dormir... esperando que tus historias me devuelvan la vida... no puedo vivir de las letras, me siento enferma Danield.
-¿No has oído algo?, estás atenta a mi suspiro y no al ordenador.
-¿Qué?, ¿¡qué es!?, ¿un regalo?
-Es más que eso, es tu ración... debo irme, no puedo seguir hablando, creo que...
-¿Qué?, ¿Danield?, me preocupas, ¿qué sucede?
-Nada, lee, sueña, anida toda esa energía en un motivo que te haga respirar de nuevo.
-Sin ti, ¿Danield?, ¿te has ido?... no puedo moverme, necesito ayuda, ¡Danield!, no cuelgues mi amor, necesito ayuda, ya no puedo vivir de las letras... no más... ¿podré encontrarte allí?, ¡háblame Danield!, ¿mi amor?... ya no puedo comer letras, no existen más que en mis pensamientos, muero de amor Danield..._ el borde del teléfono golpeó su rostro de piel y huesos, sus ojos se entrecerraron buscando lectura mientras que sus piernas se vencieron sin fuerza alguna para andar... entre apagones fugaces y líneas entre imágenes distorsionadas por el mal funcionamiento supo que la última historia no era precisamente la actualización del blog...
-¿¡Harold!?, sube, ya tienes la cena preparada, ¡Harold!, las niñas te esperan... ¿¡Y qué te dije de la limpieza!?, huele a mil demonios, ¡como se me ocurra bajar, ya verás la que te espera!
-Ya estoy, ponme el plato sobre la mesa que cuando termine de echar humo estaré allí.
-Más te vale._subió sus pantalones haciendo ruido con el cinturón, limpió rápidamente los restos de su semen sobre la camiseta blanca y bostezó cansado de la oscuridad. En el brillo del ordenador volvió a leer las últimas palabras de su actualización... pensó en el verdadero nombre que ella tanto le pedía desde hacía ya nueve años, sonrió viéndola caminar sobre un cesped amarillo similar al de su vecino en otoño, sonrió desprendiendo una leve sensación de relleno sintomático pasajero que se le disipó tras subir el tercer escalón hacia la planta baja de su hogar, donde le esperaba su verdadera vida reiterativa e insuficiente.

martes, 2 de marzo de 2010

La superposición lineal, una armonía horrenda.

-Le dije, ¡qué sí!, fui clara al hablar, mi euskera es básico pero efectivo. Déjalo así, es igual, todo lo que pueda decirte vas a entenderlo como quieras, es un momento perfecto para relajarme y olvidarme de tu cara por unos días. Cuando se te pase el viaje inspirador me llamas, y no me molestes más con esto, se lo dije y punto. Agur._un minuto más y escupo sangre por el tubo, alguna infección le vendría bien a ese lunático.

La copa, mis fotografías, esos relieves que buscaba en las texturas naturales, años, el tiempo me rasgó la piel víctima del lobo hambriento de mi bosque interior, amándome pero odiándome, vida, más vida, menos vida al dormir, ¿qué decirme cuando el dolor es el mejor efecto somnífero? La copa contiene las ondas, van y vuelven mientras yo juego con ellas golpeando la mesa, la madera muerta me enseña sus vetas de vida, sus grietas temporales. Tiene fuerza, resiste ante todo, ese ojo no quiere dormir, ya no me tiembla el pulso, ¿por qué librarme de las pesadillas cuando no sé qué es lo que contengo en esta mente?

-¿Sí?_simulo un piano sobre la madera y las ondas del vino se vuelven más densas, ¿soy yo?, del otro lado del teléfono se oye el bendito ruido de línea.
-¿Mariana?_¿él?, ¿él?, ¿¡él!?... se me ha secado la boca y encogido el estómago instantáneamente.
-Si te he dicho que te calles, que no me hables, que te fueras, que me dejes, que te ahogues en cualquier mar menos en nuestra ducha, no es posible que tengas el valor de llamarme después de todo lo que ha pasado.
-Mariana, el amor es un misterio aberrante, una insignia de las nuevas ciencias y las antiguas brujerías, Mariana, sigo aquí y no pienso dejarte.
-¡Cállate hijo de puta!, ¿cómo puedes llamarme después de todo?, ¡cállate!, no estoy loca... no...
-Contigo me olvido de las manifestaciones del planeta, de las muertes inminentes, del Apocalipsis bíblico y de las profecías Mayas, contigo me uno en un universo alterno en el que no hay dolor ni olvido, y allí estoy Mariana, esperándote. Mi amor no reconoce el límite físico que intenta arropar el cuerpo para que no flotemos felices, lo mío es particular, nada se le parece Mariana, y tus ojos me ayudan a contemplar esa dicha estelar que nos rehace en un viaje infinito hacia el desconocimiento absoluto, sin nihilismo futurista ni conspiraciones religiosas. Hay tantas energías que desconoces Mariana.
-Viviste para adormecerme detrás tuyo, silenciándome día a día con tus golpes de razón sobre la vida y la muerte, ¡te amaba!, de verdad que lo hacía sin lógica alguna, pese a todas las observaciones de mi grupo, mi familia... ¡Estás lejos y te puedo ver!, me miras, ¿qué te he hecho para que no me dejes soñar despierta?, dímelo, ¡dímelo!
-Aunque mis arterias no irriguen la vida y mis pensamientos se esfumen, aunque caiga desplomado sin razón aparente, aún así podría continuar mi amor, mi viaje contigo.
-¡Es mentira!, prefiero morirme a volver a oirte, no es posible, ¿quién habla?
-Soy yo Mariana, el que miras atónita con tu copa esperando ser bebida lentamente.
-¡Te he matado enfermo psicópata!, estás fuera de mi mundo, ¡estás muerto!, ¡muerto!, nada puede acercarte a mi, no te quiero, no te acerques, te odié cuando clausuraste mi beca por tus sinfonías simplistas y de medio pelo. ¡Yo tenía el don para llegar lejos y tú me lo quitaste, hijo de puta!, eres un enfermo, te he quitado esa voz, no me hablas, no es posible, te he callado porque tu verdad era una infamia reiterativa, un mensaje de alerta hacia un universo precavido con miles de años de evolución verdadera.
-Mariana, el amor es un disfraz químico que ha pasado las fronteras del tiempo y el espacio, ciérrame los ojos, te veo muy triste, bebe esa copa y tírame en el primer río que quieras, tienes tres, y recuerda, el último era el nuestro, el del primer beso.

sábado, 27 de febrero de 2010

El encargo de Matt y Couchy.

-Ha sido el discurso más largo de mi vida, les he visto las caras Peter, estaban soñando con peces masa, una anciana dormía con la boca abierta._ su asesor le oía atento a cada expresión, pensaba en la tarta de moka que había terminado de saborear justo antes de ver cómo su cliente dejaba el escenario en un arrebato de miedo, descepción o paranoia.
-No es así, no dramatice señor Fourier, es brillante, su autocrítica puede confundirle, el evidente fallo de marchar sin avisos del acto es seguramente un toque de genialidad que solo usted puede ver, la gente hablará de usted todo el mes, si aprovechamos la difusión con un mes de vacaciones podremos ganar las elecciones.
-No dejas de asombrarme Peter, voy a seguir tus instrucciones.
-Desde ya, acabo de informarle a More, reunirá un equipo especial para que desaparezca de la orbe pública, es el mejor.
-Lo que digas, me gusta tu estilo.
-Señor Fourier, no podrá comunicarse, tendrá prohibido cualquier tipo de contacto, la información que acabamos de compartir no existe y solo tenemos conocimiento de la futura acción nosotros dos.
-¿Le he dicho que merece un aumento?
-No, es un tema pendiente señor Fourier.
-Desde ahora no Peter, lo tienes, por la mañana informo a mi asesor.
-Le he dicho que no existirá el contacto hasta cumplir con los objetivos primarios.
-Está bien, lo veo comprometido, voy a reservarle un puesto en mi directorio si todo sale según lo planeado.
-No piense en el futuro, disfrute la estancia, es un privilegio que muy pocas personas pueden tener.
-Hoy en día ser un personaje de la política es más bien una lucha perdida, aunque enseñe mis cuentas a todo el país seguirán pensando que soy un ladrón, Matt y Cauchy controlan a los medios.
-La fe es lo último que se pierde, señor.
-No te sales de la línea, dime lo que piensas desde la humilde verdad que contienes, supongo que hay una idea clara de lo que significo para esa gente... o para ti.
-Es mi único cliente A, es la calificación más alta, el resto son solo estrellas de circo con algo de luz sin brillo real. Mis opiniones no son necesarias para mi trabajo, la estadística, el control de la información y la manipulación sí lo son.
-Su habilidad es sorprendente, no modifica el gesto, pienso en su familia, en usted al despertar con su esposa, ¿qué sueña Peter?
-Tiene que marchar señor Fourier, ya comienzan a publicar artículos en diversos blogs... me informa un infiltrado que en la web las visitan se multiplican por millares, el vídeo recorre los idiomas, comienza el efecto ciclónico.
-Era de esperar, lo astuto ha sido lo tuyo, aprovechar la oportunidad, como aquél día en que me conociste, recuerdo por la noche, en la cena, comentarle a mi mujer lo tuyo, tu empeño, tu ceguera por lograr tu objetivo.
-Sobran los agradecimientos señor Fourier.
-Te equivocas Peter, el que te debe gratitud soy yo, los hombres manifestamos las creencias ante las deidades que nos rodean desde la infinidad de los cielos o las profundidades de los mares, tu creias solamente en tu ceguera con timón.
-Sobrepasan los dos millones de visualizaciones, señor, las cadenas de televisión están desplegando todos sus artilugios para encontrarlo.
-¿Quieres saber qué es lo que pienso de todo esto?
-Si no se extiende demasiado, sí.
-Uh, ha sido... no, no lo haré... Ellos buscan el timón que tú tenías aquella tarde, necesitan que los guíe por el sendero que sueñan recorrer... sé quienes me esperan para destriparme ante la opinión pública, no es novedad... ahora las bestias babean por ver mi rostro enfurecido, anhelan que escupa en contra del sistema que ellos mismo irrigan diariamente sin decir nada.
-Es usted la imagen del cambio, el principio del fin de un sistema primitivo, basado en la evolución de la esclavitud. El feudo sigue siendo el mismo pero disfrazado de ocio e intereses, usted es la voz portadora de un traspaso ordenado hacia la nueva concepción de humanidad.
-Es idealista, su seriedad y disciplina no corresponde con lo que pretende venderme, Peter, sea real, sea Peter, no me mienta, los planes se trazan con un tiempo prudencial, ¿verdad, Peter?
-Es correcto señor Fourier, pero yo...
-¿¡Tú!?... la premeditación es un gesto de genialidad enmascarado, cobarde... pero algo más inteligente es utilizar el terreno físico para alterar las emociones y cercarlas por un fin, un motivo.
-Las tres principales cadenas de televisión acaban de anunciar su búsqueda, el ejército me ha llamado, los responsables de las tres empresas...
-¡Lo sé!, mueren por que aparezca, sin mi carrera el agua pierde la espuma, ¿sabes qué, Peter?, reconozco que eres un genio de la probabilidad, me encuentro reconociendo otros dos intentos fallidos imperceptibles hasta este mismo instante. ¿Cuánto dinero es?
-No le entiendo señor...
-¿¡Cuánto dinero es!?
-Sobrepasa los seis millones de visualizaciones...
-¡Dímelo si tienes el coraje de asumir una derrota anunciada!, estás rojo, sudas poco pero sudas, tu labio inferior se cae con la falsa gravedad que genera la culpa, oscilas entre millones de procesamientos sobre las respuestas que pretendes soltar con la frialdad de un águila en pleno vuelo.
-Le ha sobrepasado la situación señor Fourier, está muy tenso, mi respeto lo tiene y no lo perderá por un pensamiento desafortunado, fruto de la tensión anterior, debe marchar, el equipo de More está en posición, le espera el blindado en cinco minutos.
-Es un tiempo extremadamente corto o extremadamente largo, depende de la posición en que se encuentre el individuo víctima o el agresor.
-¿Se encuentra bien señor?
-¡Silencio!, sabes muy bien que puedo con toda la presión del mar sobre mi cuerpo, no se trata de atmósferas oprimiendo mi pecho al hablar, ni de lluvias torrenciales en mi rostro para silenciarme, sabes muy bien a lo que me refiero, estos cinco minutos son fracciones de la eternidad para ti.
-¿De qué me acusa exactamente, señor Fourier?
-No contestaré a tus preguntas, son algoritmos refractarios que devuelven confusión. Me quedan dos minutos, atiende muy bien... pienso beberme dos martinis en la terraza de un bar en Roma y visitar a su santidad para imaginarme en esa realidad aumentada que estoy escupiendo su rostro con veneno de contacto. Un minuto, bueno este minuto es ya el final, Peter, lo sé todo, absolutamente todo, quienes dominan el juego que has preparado con la maestría de una vejez bienaventurada por el conocimiento, digo por lo tanto que mereces todos mis respetos... pero no moveré un centímetro mi pie, no hasta que vea cómo..._ las puertas estallan como espuma al romper contra las piedras, nueve policías armados hasta los cascos blindados lo rodean al candidato sin permitirle siquiera emitir palabra alguna.-Peter, ¿contabas con esta posibilidad?, arréstenlo por favor, eso sí, que no le falte de nada en aquél pozo ciego en el que vivirá el resto de sus días.

viernes, 26 de febrero de 2010

La probabilidad de un suspiro.

-¡¿Y por qué gritas tanto, eh!?, no hay forma gestual que me haga cambiar de opinión, eres escoria, nos dejaste solos sin decirnos nada, ¿cómo quieres que te llame?, el castellano es un idioma bien rico en palabras..._su ira hinchaba su cuello, posición de ataque por medio pensaba en arrancarle el corazón con su corta uñas.
-Amor, grito por amor._él, sin embargo, respiraba como disfrutando del aire en un puente justo antes de la lluvia.
-Te amas a ti mismo, premios y más premios, tu universidad es lo único que vale en este mundo enfermo, no eras así, no te llegas ni a los tobillos, a más conocimiento menor humanidad.
-Amor, siento amor, mi humanidad existe contigo.
-¡Calla un poco!, ¿conmigo?, con tu madre antes de conocerme, ves a tu madre cuando me miras.
-¡Es amor!, te empeñas en llamarlo de otra manera.
-Mírate, no eres consciente de tu estado.
-¿Mis arapos son dañinos, Anne?
-Recuerdas mi nombre.
-Lo tengo tatuado en mi sangre.
-Vete, Ander, vete de una vez.
- Tú también tienes buena memoria, Anne pienso quedarme sentado aquí.
-Pues la policía tendrá que intervenir.
-No llegues a eso.
-Vienes después de dos días sin saber de ti, toda la ciudad habla de tus locuras, y encima recurres al amor cuando llevas una vida criticándolo fervientemente entre tus colegas.
-Es que lo he conocido mi amor, he visto la verdadera condición que nos direcciona en este abismo mundano, enfermo y clasista.
-Ahora eres rojo, ¿qué ha pasado, Ander?
-Le he visto el rostro, es hermoso, no puedo definirlo Anne.
-Vístete.
-¿Quieres volverme loca?, estás desorientado, mírate al espejo un poco, ¿quieres?
-El reflejo es un engaño, no hay ente físico que logre encapsular nada parecido a mi experiencia.
-Eres un hombre de ciencias Ander, ha llamado Igor, quiere que te presentes, en dos días, tienes el billete a Ginebra.
-Ha dejado de ser mi viaje, no me comprendes, lo entiendo, eres Anne, no soy yo, no al menos como me conociste.
-Estás peor de lo que creía.
-¡Estoy bien!, deja ya de intentar modificarme.
-Ander, vete al baño, te duchas y sales a tomar algo caliente, ya hablaremos de tu paseo, nada bueno te traes entre manos.
-No existe eso que tu dices, aléjate de ti misma y tus experiencias adquiridas hasta hoy, cuenta de cero, desde el instante en que abriste la puerta para recibirme. La ciencia no explica nada de lo que intento transmitirte, no hay gestos, ven conmigo al baño.
-No quiero.
-Anne, pides a gritos una explicación, creo tener la manera de trasladar un porción de aquello.
-Tienes la barba muy tupida para tan poco tiempo...
-Comienzas a ver lo evidente, pero no te detengas a estudiar estados que se condicionan al tiempo. Acompañame al baño.
-¿Qué pretendes hacerme?
-Te amo Anne.
-¡Déjame!, ¿sabes lo que he sufrido estos días?, Mikel pregunta por ti a cada segundo, eres su ídolo, te adora como a un Dios, las llamadas no nos dejaron tranquilos, la televisión transmite imágenes de la luz en el bosque, ¡estoy harta de todos esos reporteros escondidos!, llevo sin dormir un día y medio, me desborda toda esta locura, quieren descifrar el misterio, malditos sensacionalistas. Ahora esto, déjame sentarme a digerir, debo leer, sí, leer, o mejor, no, ¡no me mires así!, no se soluciona el mundo con tu mirada. Ve a ducharte y reflexiona sobre lo que vas a contar, no olvides a nuestras familias, sienten vergüenza, no sigas con todo esto.
-Te amo Anne, no tengo miedo, ya no. Creía que Euclides, Mileto, Fibonacci, Euler, Pascal, Ruffini, Gauss y Newton estaban en lo cierto, pero retiro la verdad de cada uno de mis estudios, no la poseo, es un algoritmo sin letras, no es una ecuación de parábola ni una distribución discreta, es una aproximación natural a la divinidad estelar que gobierna allí fuera en el jardín cósmico que nos mantiene con vida, unidos desde nuestra proporción nuclear.
-¿¡Qué!?, entra ya al mundo verdadero, ¿de qué hablas?, no lo soporto más.
-Te amo Anne.
-¡Hay miles de personas mirándonos, estudiando la luz!, ¿no oyes nada de lo que te digo?, investigan, pronto sabremos la farse que montaste tú y ese grupo de ineptos repletos de dinero, tu familia somos nosotros, tanto que contar en la universidad, tantas historias sobre la posibilidad de una nueva colonización... se te ha ido de las manos, aquella luz parece ser obra de tu mano, del invento de Nikola Tesla y esos poderosos inversores.
-Anne, ellos quieren conocer mis respuestas, creen que las tengo ¡pero no las hay!, buscan anormalidad donde solo hay belleza, perfección desde el punto de la no perfección, en un enclave único donde todo participa y se orquesta. Anne, puedo sentir ahora mismo como respira el mar y se agitan las alas de una paloma a treinta mil kilómetros de distancia, Anne, el mundo es tan pequeño, sí pudieras hacer con la energía lo que yo... Somos seres increíblemente pequeños, ésta tierra fue de gigantes y ahora nos gobiernan desde una estrella no muy lejos de aquí, somos ciegos por elección Anne._ Los gritos se multiplicaban y el gentío se volvía una bola sin dirección frente al portal de la casa, el sol dejaba sus últimos lazos lumínicos estirarse a lo largo del asfalto brillante, los flashes de las cámaras evidenciaban la falta de luz dentro. Inmóviles, no podían más que mirarse en silencio entres sombras estiradas y en movimiento constante, la oscuridad tras unos minutos era evadida con la carga de aquellas cámaras buscadoras de dinero fácil.
-¿Es esa la luz?_preguntó Anne emanando lágrimas sin contenerlas.
-Hay más, no puedes imaginarlo Anne._dijo Ander creyendo emanar la energía del mensaje cifrado solo para ella con la intención de que su increíble historia fuese parte de su cosmos interior.
-Puedo... es... fantástico... ¿qué ha pasado Ander?
-¡Lloras mi amor!, no dejas de ser parte del mar generando el agua que alimentaría a otros animales hambrientos, llora que así ingresas a las profundidades de mis buceos atemporales._ el silencio los engañó nuevamente, sus miradas congeladas en el vacío de un horizonte inexistente los envolvió para unirlos en un intento de diálogo frustrado. Los Flashes no se detenían y los golpes incansables contra la puerta advertían de un posible futuro descontrol urbano con un final concreto por parte de aquellas mentes poderosas.
-Es... tan... ¿veo lo que me enseñas?, ¿qué está sucediendo Ander?, tengo miedo.
-Silencio, deja que ellos exploten sus frustraciones en violencia, no nos tocamos pero nos sentimos, déjame enseñarte el resto, ven conmigo al baño.
-No... ¡Mikel!, mi hijo, no debo...
-Respira sin respirar.
-Mikel, no, ¡no!, Mikel, ¡tu hijo!, ¿¡no lo recuerdas!?
-Anne, ven conmigo._ enfureció al recobrar en una grieta de lógica que había algo muy extraño en Ander.
-¡Suéltame!
-¡No estoy tocándote!, no sufras.
-¿¡Y mi hijo!?, ¡Mikel es tu sangre!, has olvidado a tu hijo... no eres Ander.
-Soy yo, Anne, te amo, ven conmigo.
-Intentas engañarme, no eres mi marido, él, él no tenía tus ojos, ¡no te atrevas a ponerme un dedo encima!, amaba a su hijo, ¿¡qué eres!?, ¿¡¡qué eres!!?, Ander no dejaría a su hijo solo jamás.
-Te amo Anne, ¿vienes?_ ella retrocedió sin mirar hasta que dio con la silla recostada sobre la puerta, se aferró como si de la mano de Mikel se tratase y con su dedo anular apuntó al extraño que no dejaba de invitarla a morir.
-Eres el mal.
-No existe tal apreciación, la violencia es un eslabón, ven conmigo, sabes de lo que hablo Anne.
-¡Deja de actuar como él que no te pareces en nada a mi marido!
-Soy quien puede devolverte a tu estado anterior, a la síntesis real de la vida, no hagas de esta tortura otra vida. Por favor Anne, la luz te busca, esperamos que me sigas.
-¿Quienes?, ¿de quienes hablas?
-No hay palabras Anne, siente o muere lentamente en la vida que tanto defiendes.
-¡Mi hijo!, oh por Dios, mi hijo... déjame marchar, tengo miedo, no me hagas daño... por favor...
-Te amo Anne._la puerta del baño se cerró con la fuerza de un huracán enfurecido con la tierra tras robarle parte de su tesoro marino. El portal se abrió con la presión de la muchedumbre y la silla estalló en miles de astillas buscando ser flotantes. Anne cayó contra la pared inmovilizada por el temor, suplicando por la vida de su hijo y la suya. Tras el golpe los periódistas revisaron toda la casa en busca del matemático desaparecido, Anne invalidada por el estruendo interno solo tenía ojos para buscar a su pequeño.
-Señora Zulueta, ¿Qué ha sucedido con su marido?, ¿dónde podemos encontrarlo?, el país entero lo busca, ¿tiene algo que decir señora Zulueta?
-Esa luz... Mikel, mi hijo, ¿Ander?, ¿qué?, la luz no emite... no hay... ¡déjame sola!... Mikel.... mi... Yo también te amo Ander...
-¿Qué señora Zulueta?
-Te amo Ander.