miércoles, 23 de septiembre de 2009

La jungla de Calais.

Junto al puerto de Calais, entre basura y plásticos improvisados miles de inmigrantes se encontraban con la noche fría y húmeda del país de acogida temporal. Quedaban unos pocos despiertos tras soportar temperaturas de invierno en pleno otoño. La mañana comenzaba a despertar a los relevos.

-¡Son ellos, son ellos!_ exclama al levantarse velozmente un observador atento. La tierra desprendida por el arranque repentino se diseminó sobre el resto de acompañantes.-¡corran, vienen por nosotros!_ el cigarrillo continuó en su boca pese a la velocidad con la que corría, por el viento se encendía más y más, mientras tanto el resto de seres hambrientos y soñadores reposaban ante la locura del paranoico desconocido.
-¡Inmigración, no se muevan!_ sus ojos se abrieron como las puertas ante el tornado. Los camiones, perros y medios de comunicación invadieron rápidamente el campamento improvisado entre el puerto y la nave industrial abandonada.

Dos hora antes.

-Ya verás Hamid, Zeb traerá algo de comer.
-Estoy destrozado, quiero volver.
-¡Londres es un paraíso, aguanta Hamid!, ahora piensa en tu mujer y los niños, ¡su educación, Hamid!, la necesitan, así no pasarán esta penuria.
-¿Y qué haremos en Londres?, ya no nos quieren en ningún sitio del mundo. ¿Has oído lo que dijo Eric Besson?, ¡qué debemos estar reparando Afganistán!, y tiene razón, cuanta razón lleva, ¿qué nos hace tan ambiciosos, Zahir?
-¿Lo olvidas, Hamid?, y me lo preguntas a mi, ¡destruyeron la riqueza de mi familia!, ¡soy pobre por esos...!, pienso resistir, cruzaría a nado hasta el Reino Unido.
-Eres tan soñador, lo tenías todo y ahora con las sobras puedes alimentar a mi familia durante treinta generaciones, pero quieres más, el pasado te retiene, te ha secuestrado, eres un soñador, no patearán cuando lleguemos allí, nos mirarán como terroristas, son tan... voy a dormir algo, Zeb no vuelve y me duele la espalda, protégete de la rabia, se han contagiado otros tantos.
-Lo sé Hamid, lo sé, duerme, piensa bien lo que has dicho, te perdono porque eres mi familia, te elegí porque vales oro, pienso taparme.
-Tienes la suerte de acompañarme, Zahir, no sueño, veo la verdad, en la realidad suceden hechos que no comprenderemos hasta la muerte. Las fronteras se están cerrando, gente como nosotros son  presos del capitalismo, rehenes de la pobreza y destrucción que fomentan preventivamente. Zahir, eres un buen hombre, pero Inglaterra está lejos de nosotros, las promesas de esos traficantes de humanos son palabras del viento, humo esparcido, ¡mentiras!
-No grite Hamid, cálmate, ¿crees que nos mienten?
-Es posible que sí, el gobierno nos amenaza constantemente, somos la nueva amenaza, quieren despistar a la gente de la crisis financiera con nuestro dolor. Zahir debemos escapar cuanto antes.
-No podemos, he pagado, no me queda dinero, ¿qué hacemos suelto en un país que nos quiere cazar?
-Volver es un remedio doloroso, para ti incluso más, perderías todo lo que invertiste, cuando uno supone un beneficio sobre un ilusión, debe tener presente y bien claro que la pérdida es la primer opción, como ir al casino, ¿lo recuerdas Zahir?, eras el ser más envidiado de todo nuestro país, ¿qué nos ha pasado?
-¡Cómo olvidarlo!, nos pasó el petróleo, nos arrollaron con sus armas, ¿qué pasó?
-Hay que escapar cuanto antes.
-Lo repito Hamid, ¿qué hacemos?, allí fuera de los plásticos la pobreza es el mal menor, Europa se vuelve fascista nuevamente, lo huelo, crece día a día.
-Es el enano de Zarkosy, le quitaría el aire con un corte en la garganta en el Arco de triunfo._encendió un cigarrillo al comprender que ya no dormiría nuevamente, el estado de ansiedad lo tenía entre barrotes invisibles, paranoico, observando detrás del espeso follaje.-¡Son ellos, son ellos!, ¡corran, vienen por nosotros! 

El sonido de las pisadas sobre el plástico azul se repitió hasta despertar en gritos a un centenar de medio despiertos. Un perro saltó sobre Zahir y lo inmovilizó, de terror pensó en gritar pero lo único que hizo fue recordar la mordedura de su perro favorito de la infancia, repasó, en un acto de ignorancia, su mano derecha evocando esa herida sangrante y a su madre con los guardias elevándolo en el aire para llevarlo a la sala de enfermería de la familia. Sonrió, un guardia supuso al verlo que el invasor se burlaba de su trabajo y lo aporreó al menos unas cuatro veces hasta dejarlo inconsciente rendido sobre la tierra removida. Su amigo Hamid corrió hasta el aguar y nadó sin detenerse durante cinco interminables minutos, al agarrotarse sus músculos volvió su cuerpo al cielo, y flotando contempló el cúmulo espectacular de estrellas que se esfumaban con la entrada de la luz solar.-El cielo corre sus cortinas, el mundo no está preparado para esta función._ pensó agotando el último halo de aire que lo sostenía a flote, tembló hasta hundirse lentamente mientras una reportera iluminaba con la cámara de su compañero el aterrador final del inmigrante ilegal.
-¡Hay un hombre en el agua!, ¡auxilio!, ¡hay un hombre ahogándose!_ sacudió de un golpe a unos de los oficiales del orden mientras intentaba retener a un joven menor de edad llorando espasmódico y de rodillas, hundido en la capa terrestre en una crisis nerviosa que el quitaba el aire a pasos agigantados. 
-¡Cállese!
-¡Se está muriendo, por Dios hagan algo!
-¡Cállese, por favor!, tenemos la orden expresa del ministro Besson de apresar a estos individuos en tierra, lo lamento.
-¿Qué lo lamenta?, ¡qué hipócrita, levantaré acta de lo que ha dicho oficial!_ la periodista se sentó sobre un tronco quemado, arrancó el micrófono de su abrigo y lloró desconsoladamente mientras el resto de colegas hacían preguntas a las víctimas y verdugos.

Una hora después, en la prensa digital, un joven francés en su cuarto termina de leer las notificaciones de su perfil de Facebook.

-¡Mamá, mamá!, ¡ven aquí un minuto!, tienes que ver esto.
-¿Qué ha pasado, Fabrice?
-Al fin hacen algo con esos inmigrantes, ¡qué alegría!, me recuerda a los buenos tiempos, al fin los impuestos sirven de algo mamá.
-¿Yo te he enseñado eso, hijo?
-¿De qué hablas?
-Fabrice, hijo, la humanidad es una sola raza, el mundo es un hogar, ¿qué te han hecho esas inocentes almas desesperadas?
-¡Me quitan el trabajo y empobrecen las condiciones!, los quiero fuera, ¡ya!_ la cachetada sobre su mejilla derecha retumbó viajando desde el corredor hasta la cocina en donde estaba su padre oyendo pacientemente la evolución del desalojo y deportación de más de trescientos humanos ilegales. 

  

martes, 22 de septiembre de 2009

Arjé

Capítulo primero.

Boris me había hablado del número de Auvernia en la universidad, suponía que era una de las cientos de invenciones que fabricó para entretenerme en el campamento de verano. Hace dos noches que no concilio el estado de armonía, no duermo a causa de los números, Boris ha muerto y mi vida carece de sentido. Puedo, aunque lo intento en demasía, puedo imaginarlo sonreír, nada más alejado de la realidad, es un invento para intentar minimizar el daño. ¡Boris está muerto, mierda!, lo tengo planeado, atacaré cuando el sol despierte, volarán como plumas sueltas, era verdad, y yo lo creía un mentiroso, ¡existen!, ¿por qué existen?, estaría ahora conmigo, Boris, todos han muerto, ¿qué he hecho?

-¡Gilles, hemos acordonado el bosque, no tienes posibilidad de sobrevivir!, te suministraremos la medicina.
-¡Qué se vayan o detono!, no doy más advertencias, hablo muy en serio Proust, ¡o se marchan o detono!
-No existe, es irreal, te ha manipulado, Boris vive._ No puede ser posible, si yo mismo...


72 horas antes.


-¿Tienes la bomba, Gilles?
-Aquí está, Boris.
-Perfecto, vas a oirme muy bien lo que voy a decirte, ¿estás atento, Gilles?_asintió con la cabeza olvidando sus recuerdos de la niñez, sus sueños se apagaron para arropar a uno único... 
-En tus manos tienes el futuro, ¿me oyes?, aunque no me lo creas, pronto comprenderás de lo que voy hablarte.
-Me das miedo Boris, ¿de qué hablas?
-Es importante que guardes silencio, voy a enseñarte algo que te modificará para siempre, pero primero tienes que jurarme algo.
-¿Qué es tan importante?, vamos, hemos quedado en el primer hilo dentro de un cuarto de hora.
-¡Olvídate de eso!, tienes que escucharme, me ha llevado años recomponerlo y guardarlo del mundo, nada se asemeja a lo que conocerás.
-¡Déjate de tanto misterio y suéltalo que no hay tiempo, Boris!
-¿Es qué no me oyes?, ¿¡no estás atento!?
-No me grites, ¡no me grites!, ¡na-die- me - gri-ta! 
-Yo sí, soy tu propia sangre.
-¡No, no lo eres, Boris!
-Lo soy, ni tú ni nadie va a cambiarlo, te he elegido sin saber de tus habilidades.
-¿Qué habilidades?, la única que se me da bien es follar como un...
-¡Cállate!, ¡es suficiente!_golpeó su pecho con el puño abierto, Gilles tosió quitando la tensión superficial que lo sofocaba, la bomba debía llegar al destino y su amigo no hacía más que hablar.-lo que voy a enseñarte contiene lo inexplorado, nada se asemeja.
-¡Ya lo has dicho!, ve al puto grano.
-Es que tu impaciencia te hace tan irritable Gilles, voy a golpearte, ¡calla un poco! detrás de esa mesa están las respuestas, nada será igual._ Boris le señaló el área en donde había dos cajas una encima de la otra junto a un escritorio despintado, desenfundó el arma de su cintura y la colocó en su cabeza.-Nada será igual, Boris, nada._su amigo volteó al oir el martillo de su arma. 
-¡No, no lo hagas!, ¿qué mierda ocurre, Boris?, ¡Boris!_al percatarse de tamaña acción inesperada disparó a la muñeca de Boris para evitar la detonación, nadie pudo detenerlo, la desesperación eligió por el y la consecuencia desató la furia del aleteo de una noble mariposa en un estanque. Por un instante pudo ver como el tendón al que disparó ejecutó la tensión del tendón que efectuó el disparo contra su cabeza. El estallido desperdigó restos de su amigo y éste acompañado de la fuerza del impacto cayó contra el cristal de la ventana cayendo durante nueve plantas sobre la avenida Niel. Pudo oirlo perfectamente crujir contra la ciudad, los gritos y los frenazos automáticos se elevaron como hojas queriendo escapar al espacio, Gilles cayó de bruces preguntándose qué había hecho. Tras unos segundos de una lentitud pasmosa recordó las últimas palabras  como un consejo omnipresente y atormentador que se repitió hasta provocar desde su volcán interior una furia desmedida hacia el mundo real.-¡No!, ¡no!, ¿¡Boris!?, no es cierto, no es cierto, no puede ser real, ¡calla hijo de puta!, ¡calla de una puta vez! La constante insistencia lo obligó a acercarse a las cajas junto al escritorio despintado, todavía tenía su arma amarrada fuertemente en señal de protección. Se detuvo con las lágrimas provocándole ardor en los labios, elevó su mirada al techo aspirando todo el aire hasta toser, golpeó su pecho hasta que el silencio se adueño de su presente. En la ventana las luces destellaban como disparos en la guerra nocturna, nada podía oír, recorrió el dibujo de la luz hasta que esta se encontró en la oscuridad mezclándose, uniéndose. Sonrió encogiendo los hombros y en medio de la espuma silenciosa y móvil de la realidad retomó su especial atención 
a las cajas. Notó que la etiqueta blanca se repetía en las dos cajas y que era una nota cortada, una cita que asoció rápidamente a una tarde de universidad con Boris. Se acercó a la caja sin necesitar la luz para su lectura, el silencio le permitió agudizar su sentido hábilmente. Las cajas decían:

<<Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de sociedades y tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan. Las antiguas sociedades de soberanía operaban con máquinas simples, palancas, poleas, relojes; - Las sociedades disciplinarias posteriores se equiparon con máquinas energéticas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo del sabotaje; las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente una evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo.>>

No pudo contener el entusiasmo. La vibración del teléfono lo ubicó temporalmente en los planes sin cargar con las modificaciones evidentes.

-¿Boris, dónde están?
-Boris se ha ido.
-¿Quién eres?
-Gilles, Boris ha abortado la misión y yo también, no puedo dar razones, lo lamento.
-¿Cómo qué...?_ lanzó el aparato al suelo destrozándolo por completo con su bota.


La muerte de Paul.

-Dale una patada en la cabeza, no, no, ¡mejor en el ojo!_ era el helipuerto más alto de la ciudad, el viento arropaba con las chaquetas los rostros de quienes miraban pendientes del nuevo golpe.
-Está muerto, no sea sádico, ¡está muerto!, ¿no me oyes?_ se agachó junto al cuerpo para hacer la pericia, lo ha dicho para no continuar observando el comportamiento primitivo de su compañero.
-El izquierdo lo tengo caput, y el otro disminuido, con este viento es imposible discutir algo, ¿estás seguro?_ al preguntarlo soltó el fierro oxidado cerrando sus ojos para recibir el aire que lo ventilaba por estar  a esas alturas.
-Es el número dos mil doscientos tres, mi talento para la muerte no se acaba, pero no pudo soportar tu inoperancia, te pasas Paul, ¡mira cómo le has dejado el cuello, eres una bestia! Se ha acabado el show, pueden volver a sus oficinas, controlen las salidas, verifiquen que todo continúa con normalidad._ dijo Roger señalando la puerta de las escaleras de emergencia al grupo de trabajadores de General Motors en Boston.-¡Vamos, afuera!
-Señor Meyers es usted un mártir._ exclamó un obrero manchado de grasa y sudor apagado por el sonido de las corrientes de aire.-¡Meyers, Meyers!_ continuó alentando a sus compañeros a acompañarlo en su alegría espontánea.
-Señores, aprecio sus palabras de aliento, comprendo la alegría pero ahora les toca la parte más difícil del asunto, ¡deben tomar la empresa y transformarla en un bien colectivo!, procuren no volver a cometer el error de este pobre hombre, el poder no está encapsulado en un solo hombre, el necio pierde la vida por ciego._ al terminar su frase Paul los invitó a abandonar el helipuerto y continuar con las labores de saboteo.-¡Nos espera el siguiente!, ¡Paul!, ¡ven aquí!, ¿qué haces? 
-Estoy pensando, déjame en paz unos minutos, ¿quieres?, ¡relájate, todo marcha sobre ruedas!
-De eso nada Paul, hay mucho por hacer, ¿¡por qué siempre te empeñas en joderme!?
-¡Qué me dejes en paz unos minutos!, para ti es fácil, señalas a la siguiente víctima y repites tus discursos, te aplauden, de adoran y marchas con el ego más grande y radiactivo que el sol.
-¡Exageras!, no saben lo que hacen.
-Te llaman "el agujero negro"
-¿Y eso?, no te digo, ya no saben qué decir, hacemos nuestro trabajo, supongo que la fama no la merezco, aunque mis actos se eleven por los aires por culpa de tipos como esos.
-Al llamarte a ti, ineludiblemente me lo llaman a mi.
-Sin ti no hay cambio posible, eres mi...
-¡Estoy harto de tu divinidad terrestre!, el agujero soy yo, ¡de mis manos sale la energía que agota la vida!, me lo he pensado bien.
-¿De qué hablas Paul?
-Lo siento, es que...
-¡Habla!
-No puedo continuar así, me vendrían bien unas vacaciones, reflexionar sobre nuestro trabajo, ya no encuentro la plenitud al extinguir las emociones ajenas.
-¡Se llama asesinar, Paul!, significa matar, lo que tú haces es ejemplar.
-Lo sé, pero te adulan a ti, Roger, eres una gran persona, tu humanidad es completamente diferente, cuando me sacaste del vertedero supe que había futuro en tus ojos.
-¿Y por qué dudas tanto, Paul?
-Destruir las cabezas visibles de lo que odiamos no transforma nada, modifica sí, en cierta forma, el futuro de aquellas personas, pero... están boicoteando nuestro trabajo, las empresas liberadas del poder no son fiables en el mercado, se cortan los suministros y la comercialización, no has podido predecirlo, aquellos infelices sueñan con seguir unidos hasta el final pero cuando noten que no ganan ni un dólar por sus cientos de horas se volverán contra ti.
-Supones, supones, no hay verdad que envuelva el futuro para que magnifiques de ese modo lo que sientes, el poder está siendo abolido, lentamente y con la firmeza de un yunke aplastamos sus fortalezas utilizando sus debilidades. ¡Caen como moscas en el agua!, siguen nadando, aunque lentamente comprenden el desenlace inevitable, puedo manchar mis manos Paul, mis gafas, traje impecable y zapatos con mis iniciales pueden ser ensuciados por la causa. Voy a subir al helicóptero, debemos marchar.
-¿Tú?, jajaja, ¿crees poder efectuar mi trabajo eficazmente?, la muerte lleva mi ropa. No eres más que una sombra de los agentes del sistema que descalificas y reconviertes. 
-Tienes un día jodido, lo comprendo, por lo que haces día a día, pero esa gente que me adula es a la que favoreces, ¿quieres fama?, ¿quieres realmente que te identifiquen?
-¡Es que soy el punto oscuro de la historia, tú te llevas los honores por lo que representas con tu lista de poder, en cambio yo que ejecuto las acciones soy el bolsillo escondido de la chaqueta.
-Sin ti no es posible la revolución, vamos, nos quedan cinco años, estamos llegando al punto de no retorno, no quiero que te bajes, eres lo más importante de todo el movimiento.
-¡Si hay miles como  yo en el mundo haciendo mi trabajo!
-¡Asúmelo Paul, no eres el único!, ¿quieres poder?, ¿eso quieres?, pues tendré que llamar a otro para que te ejecute, ten cuidado con lo que expresas o entras en mi lista de poder.
-¿Qué?, estás demente, el que tiene la visión truncada eres tú, Roger, has cambiado, mírate, estás impecable, si pareces un presidente campando a sus anchas con total impunidad. La lista no puede concentrarse en una persona, el análisis es unidireccional, tu subjetividad quizás me haya obligado a matar a inocentes y no lo puedo reconocer, me siento un ciego ante la tormenta que tengo a mi lado, clamando mi cuerpo, mis energías.
-Paul, por última vez, no hay tiempo, me veré en la paradoja de elegir, el movimiento es lo que vale, ¡más que tu vida y tus deseos!, ¡no soy el poder, no lo contengo!, ¡soy un genio y no hay nadie que se asemeje a mi naturaleza!, ¿lo puedes entender?, mi biología es biológica y robótica, ¡soy el único y el más capaz de evaluar!, ¿crees que no pienso en ello?, no hay poder, no existen nimios destellos en mis procesos que intenten inundarme la conciencia con banalidades insuficientes. Por eso soy lo que soy y represento lo que quieren ver de mi. Tú eres lo más importante, Paul, mírame, allí abajo hay un foco de cambio, una bofetada a la dominación idiota, ¡están despiertos, gracias a ti compañero!
-Suenas a comunista.
-Tú suenas a confusión emocional.
-No hay ideologías que soporten  las variaciones que planteamos, la nueva era comienza Paul, estás dentro o mueres fuera.
-Suenas a un dictador, a ese que destrocé en la playa en veinticinco trozos sin forma.
-Eres lo que hiciste, comprende tu naturaleza y verás con otros ojos, Paul, debemos marchar, te espera justamente un comandante, tienes todo preparado, y la lista sigue creciendo, vamos compañero, el futuro se presenta algo más alentador, piensa en ello.
-Pienso Roger, veo sus rostros estallar con mis golpes, ¿haremos bien?
-Paul, no hay bien ni mal, cuando funde el nivel uno serás mi primer alumno, ya verás compañero como nuestro universo se vuelve un átomo, paciencia compañero, es hora._ desde el helicóptero las montañas artificiales estaban envueltas de los símbolos de autonomía económica, política y social, el germen encontraba su verdadera esplendor.

lunes, 21 de septiembre de 2009

El instante de la memoria.

-Vane, guapa, ¿cómo estás?, te extraño.
-En una hora voy al hospital.
-Va a salir todo bien, no te preocupes, es un bulto, es quitarlo, ¿qué te han dicho en el bar?
-Nada, cogeré la baja cinco días, me van a odiar mis compañeros, pero no puedo dejarme estar.
-De eso nada, y tienes la fecha, es la hostia, hay gente que cree que ocuparse de la salud es pasarse de listo. Yo tengo un dolor en la espalda muy fuerte, me da cada tanto, pero muy fuerte Vane.
-Qué raro, ¿en los pulmones?
-No, a la altura de la columna, ¡es una pasada!, a veces me quedo en la cama dos o tres horas, no le he dicho nada a mis padres, ya sabes como son.
-Haz algo Ana, no me fío de nada, en estos tiempos te puedes pillar lo que sea, vete al médico de mi familia, lo tienes cerca y es gratis, les aviso a mis padres y ya.
-¡Déjate de jaleos!, no es nada, se me pasará, bueno, vete ya que sino no llegas, ¿te lleva Javi?
-Está al lado mío, me hace muecas para que te salude, dice que siempre me olvido de decirte.
-Es cansino el tío, dile que te cuide y te mime mucho, te llamo luego de la operación, avísale a Javi, ¿vale?
-Está bien.
-¿Tienes miedo Vane?
-Anoche fue peor, no he dormido nada.
-Venga que quedan horas y luego a disfrutar, a cambiar la actitud que vienes con una racha bastante chunga.
-¡Ni que lo digas!, un beso, y vete al médico, ahora mimos llamo a mi padre.
-Solo porque tú lo dices, ¿no se creerán que soy una...?
-¡Venga ya!, calla un poco, qué mujer por Dios, al final voy a viajar para darte una... jajaja. 
-Suerte, que vaya todo perfecto Vane, hablamos.
-No te sientas mal, luego Javi te cuenta porque yo seguro que voy a estar con un humor de vieja de pueblo.
-Jajaja, ya lo eres... jajaja, besos.

Al siguiente mes.

-¿Duele?
-Nada, ¿por?
-Has tenido mucha suerte.
-Sí, bueno en el bar no tanto pero me ha venido como anillo al dedo, he vuelto al supermercado y me tienen como a una reina.
-Eso si que es suerte Vane.
-¿Qué tienes?, suenas rara.
-No es nada.
-¡Venga, suelta!, fijo que tienes algo. 
-Te he dicho que no es nada, ¿le han pagado los morosos a Javi?
-¡Y yo que sé!, suelta, no me cambies de tema Ana, ¿somos mejores amigas o no?
-Qué pesada eres tía.
-Hacías lo mismo cuando tu madre me regalaba algo.
-Es lo que te conté la otra vez.
-¿Te ha llamado de vuelta el amigo de Albert?
-Nada de movidas así, te he contado que tenía unas puntadas muy fuertes en la columna.
-¿Y qué?, está solucionado.
-Nada de eso, te mentí para no ir a tu médico, al principio por no alarmar a nadie, ya sabes el pueblo lo que es, al otro día tenía a todas las familias encima. No me dejó de doler nunca, una noche me caí por las escaleras del dolor, no podía ni caminar, ¡fue horrible!, mis padres me llevaron al hospital, y la enfermera se puso pesada con el tema de las drogas, luego con la bulimia, en fin fue tan pesada que le solté el rollo ese del dolor, me hicieron unas placas, luego un escáner y al final una ecografía.
-¿Y qué?
-Resulta que tengo algo similar a lo tuyo en el hombro.
-No me jodas.
-No, no te jodo Vane, estoy que no me lo creo, no lo sabe nadie, hoy pienso decírselo a la familia.
-¿Es necesario que lo cuentes?, no será nada, bueno la operación un poco más compleja pero nada más, tienes que pensar bien.
-Vane.
-¿Qué, Ana?
-Tengo Cáncer.

A la semana.

-¿Cómo está?
-Durmiendo, muy tranquila, llevamos tres días sin dormir Vanesa, estamos desesperados.
-Va a salir bien Carmen, es cuestión de tiempo, es una luchadora.
-Eso esperamos hija, sino nos marchamos con ella, ¡no es justo!, estamos en el infierno.
-Lo lamento mucho, ¿te han dicho algo los médicos?
-Lo de siempre, al final todos me dicen la mitad de las cosas, yo veo que hablan por horas con mi marido y luego el me da dos palabras para que no me altere, ¡no soy tonta!, sé lo que está pasando mi niña, no es justo, quiero que me lleve a mi, no es natural...
-Cuanto lo siento Carmen,  no llores, se va a recuperar, hazme caso, confía, Teo te dice poco para que no se lo trasmitas a Ana, estoy completamente segura de que te dice la verdad.
-Hija, conozco a mi marido, sé muy bien lo que dicen sus ojos.

Al mes siguiente.

-¡No doy más!, me están taladrando el cerebro esos ancianos, no hacen más que contarme una y otra vez la misma insignificante historia. Encima no sé que pasa hoy que vienen todos juntos.
-¡Qué exagerado eres!
-¿Y tú, Vane?
-Poco, han venido dos parejas, tomaron unos cafés y poco más, me duelen un poco las piernas. Te queda bien ese corte de pelo, te hace más fuerte, más, no sé, ¿hombre?
-¡Qué mala eres!, quizás lo use un tiempo así, sigo siendo guapo como siempre.
-¡Calla, calla!, ¿guapo?, venga ya, eres del montón.
-Gracias, y tú.
-Es la verdad.
-Oye, me acabo de acordar y no te he preguntado, ¿qué tal va tu amiga?
-Murió... hace tiempo ya, ¿no lo sabías?
-No, perdona, no he querido, lo lamento con el alma, de veras, no me esperaba que... 
-He llorado mucho... tuvo varios problemas con los pulmones, no pude siquiera despedirla, tenían un terreno para construir una casa, iban a casarse, no quiero ni pensar.
-No sigas, me imagino, no he querido destruir el día que tenías, lo siento.
-Nada, ya está, nada va a ser igual, encima sé mucho menos de lo que fue realmente, nadie dijo nada, la verdad se la llevó a la tumba, al menos me quedan los recuerdos.
-Eso es bonito, Vane.
-¡No, es la peor trampa que existe!, todas las noches cierro los ojos buscando lugares, situaciones con ella, ya sabes, revivir lo que vivimos juntas, y veo solo pinceladas, ni siquiera puedo verla a los ojos, olvidé su cara, no me lo perdono. 
-Más adelante seguro podrás, estás en la tormenta todavía.
-Eso es mentira y lo sabes, luego solo recordaré esa última charla que tuvimos,  y sabes una cosa.
-¿Qué?
-Fue la charla más sincera e idiota que tuvimos, fue una ironía absurda sobre los bultitos que nos unían.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Ajuste de letras.

-Como he dicho antes de la interrupción de nuestro amigo Condarte voy a hablar de los comportamientos políticos._la nueva interrupción le devolvió instantáneamente la furia que desea destrozar al aula entera. -Dime Condarte, ¿qué vas a decir ahora?
-Profesor, ¿no le parece inútil hablar de política mientras vivimos así?
-Mira Condarte, primero, por respeto, debes levantar la mano antes de hablar, ¡no puedes interrumpir a un profesor porque se te ocurre algo!, ¿está bien?, ¿lo comprendes?, tus compañeros intentan concentrarse en lo que digo, bueno, en lo que pretendo decir._los rostros contenidos de sus compañeros elevaban la tensión, la energía se disparaba por los nervios.
-Sí, comprendo, lo que no me entra en la cabeza, es tener paciencia cuando usted elige de qué hablar sin escucharnos un minuto.
-¿Dónde crees que estás, Condarte?, sin la política, no tendrías la comodidad de tu banco, ni los libros con los que estudias, ni la ropa que llevas, y mucho menos el mp3 o el ordenador para chatear como un idiota con tus amigos, que tienes a un metro de distancia. Es cierto, no va bien, nuestro modelo económico político y social no funciona del todo bien, pero todo es solucionable desde la vía de la democracia. ¿Queda claro?
-Eso es lo que quiere meternos en la cabeza, con todos esos programas que nos obligan a memorizar. 
-¡Vete!, vete a dar una vuelta al patio descubierto, no voy a tolerar que me detengas más tiempo con tus problemas de identidad, aquí vienes a ceñiste a las reglas. ¡Y las reglas de éste aula las pongo yo!, vete por favor o me obligas a tomar sanciones disciplinarias.
-¡No me amenace!_ coge de su mochila verde agua el mango de una pistola oxidada.
-¿¡Qué haces Condarte!?, baja eso, ¡bájalo ya!
-¿Ahora quién escucha a quién?, ¿no ven que este monigote nos hace pensar como quiere?, nos usan como forros y nos tiran a las calles a buscarnos la vida. ¡Te voy a agujerear!, ¡a mi nadie me dice qué tengo que hacer!
-¡Bájala, Condarte!, tranquilo niño, podemos hablar, no cometas un acto que pueda arruinarte la vida, no conoces el tamaño de las consecuencias que se avecinan, no lo hagas, piensa, piensa Condarte.
-¡Eso hago!, pienso, pienso, pienso, ¡eso hago!, no me vas a lavar la cabeza, viejo de mierda, ¿¡por qué hace esto!?, ¿se olvidó lo que soñaba cuando era niño?, esto es una mierda, es un hipócrita, enseña lo que nunca haría, yo he leído un blog suyo buscando en internet, leí los manifiestos que escribió con Bedeaga, Martínez y Fisher. ¿Se olvidó de las armas?, de dejar de utilizar la cobardía del pensamiento escrito._los alumnos giraron a mirar a su compañero, en sus rostros se desdibujaron los rastros de temor a cambio por otros de asombro e incredulidad.-¡Es verdad!, pongan Bedeaga, Martínez sin acento y Fisher, con s y h, lean, yo no voy a dejar de apuntarle a este mentiroso de mierda.
-¿Qué dices Condarte?, ¡esas son calumnias, seguro lo ha inventado!, ¡les ordeno que no utilicen los ordenadores o tendrá consecuencias para todos por igual!, los expulsaré, dejen de hacerlo, esa malditas teclas, ¡basta!
-Si vuelve a gritarnos voy a disparar profesor.
-¡No lo hagas!, por favor, no sigan, basta..._ un joven de la cuarta fila y tercer banco junto a la ventana levanta la mano en silencio respetando la tranquilidad imperante y el dominio indiscutible del alumno Condarte.
-¿Qué has visto?, lee en voz alta por favor._ el joven comienza una lectura que durará al menos unos veinte minutos con interrupciones desesperadas del profesor, al llegar al punto del brazo armado y de las ejecuciones por listas, éste lo detiene admitiéndolo todo.
-Hemos cambiado las posturas profesor, es usted quien nos interrumpe, ¿ven?, esto es lo que aprendemos día a día... ¡nos miente!, pero su pasado sigue allí, ¿cree que mi arma es real, profesor?, es de juguete, tome..._ caminó lentamente saboreando la victoria, el alumno apoyó el arma de plástico sobre el escritorio y marchó con su mochila verde agua sin mirar atrás, el día se presentaba radiante, exhaló el aire, estiró los brazos, soltó los libros y pensó en leer el ejemplar impreso del manifiesto olvidado en el tronco seco junto al río escuchando su banda de rock favorita, por primera vez después de tantos años de pérdidas familiares comprendía su lugar en el mundo.  

viernes, 18 de septiembre de 2009

La suma de dos partes.

La sala estaba vacía, eran las seis de la tarde, por las ventanas entraban sin permiso los voces de quienes buscaban comprar, tomar copas o simplemente caminar para relajar los músculos. Alejandro dio unas vueltas en la cocina, abrió el microondas, sacó la taza caliente, la manija le quemó al instante y la dejó caer sin pensarlo, ¿para qué pensar cuando algo quema en las manos?, rió por los nervios de quemarse los dedos de los pies durante dos minutos, tras ponerse pasta dental se relajó en el sofá, encendió la enorme caja de plástico idiota, pulsó el botón rojo una y otra vez encendiéndola y apagándola, miró la consola pero no le apetecía jugar, perder el tiempo era de idiotas, caminar como el resto tampoco tenía sentido, y mirar alguna película comprometida era poner el dedo sobre la herida. La soledad cada día le parecía un saco más sobre el cuello, poco podía hablar y el idioma no ayudaba, estaba en el centro de Londres, solo, aburrido en la Meca del entretenimiento y no sabía qué hacer con su tiempo libre. Dio unas vueltas en el sofá buscando una posición para dormir, babeó, pero por unos minutos, entre imágenes vagas se sintió arrasado por el tiempo, el dinero y sus deseos confundidos. Abrió un ojo buscando la complicidad de la realidad para sentirse vivo, le dolía la cabeza de dormir mucho y mal, en uno de esos instantes sin pensamientos ni acciones inmediatas encontró el teléfono a medio metro de distancia, estiró como pudo el brazo derecho y miró durante otros noventa segundos las teclas de aquél aparato revolucionario, lo giró buscando cables, similar a un homínido en el bosque, cuando llegaron los pensamientos entendió porqué tenía aquél bienaventurado éxito tecnológico. Tras escuchar detenidamente la voz robótica de la tarjeta telefónica y pulsar los números del PIN pulsó uno tras otro los números del país receptor, el tono era diferente, mientras oía atentamente se dispuso a oler su sobaco, mirar sus uñas y jugar con los dedos de sus pies, algo recuperados, con la tela rugosa del sofá azul.

-¿Hola?
-¿Max?, ¿me escuchás?
-Sí, escucho bien, ¿quién es?
-Soy yo boludo, ¿no me reconocés?
-Hay muchos que me llaman boludo, no, no te reconozco "boludo", decime quién sos.
-¡Soy Alejandro!, tu mejor amigo.
-¡Tarado!, ¡qué boludo!, tenés el tono distinto, ¿te cambiaron la voz los ingleses?, ¡no te dejes dominar que te conquistan los putos piratas!
-No, tranquilo, estoy un poco congestionado, hace frío y está lloviendo un poco, no sé, estaba aburrido y quería saber cómo estabas.
-¡Gracias por llamarme!, sabés que desde acá es imposible, está muy jodido todo y estoy a mil por hora, no me mandás mail desde hace un mes, ¿estás bien?
-Yo qué sé,  supongo que sí, esto no es lo que pensaba, estoy en crisis mi amigo, pero pasará, supongo.
-No me preocupes, estoy metido en muchas cosas, sino ya me iría para allá, de verdad.
-¡No voy a hacer ninguna estupidez!, serenate, es que acá va todo muy rápido, es muy chico, pero muy controlado. No sé, quería retratarla pero me parece imposible, estoy bloqueado y no dejo de preguntarme porqué mierda hago esto.
-Estabas muy seguro cuando te fuiste.
-Estaba ciego por triunfar, pero ya no es exactamente el triunfo sobre nada lo que me motiva, no hay explicación para esta vida, Max, navegamos en una barca acuática/terrestre a la deriva, ¿no lo sentís raro?, nacimos en este barco y no sabemos qué mierda sucede allí fuera. Me vuelve loco, escribo como un marrano, como un autómata, como una herramienta, de esas que aborrezco, critico y no quiero ni tocar. ¿Ves normal tanta búsqueda?
-Me estás poniendo mal, dame un minuto que cierro un tema.
-Bueno._ el techo representaba un arista de su encierro doméstico, la gente seguía haciendo sus compras especulativas, sus dedos seguían quemados, al recordarlos los cobijó entre almohadones y siguió frotándolos, suspiró, tosió de nervios, aspiró intentando controlar su ritmo cardíaco, llevaba unos días de hipocondría insoportable, al sonar su estómago recordó que no había metido bocado desde la mañana. En la cocina sorteó el agua desparramada, al pensar en coger algo de la nevera pensó en el accidente de un vecino muerto electrocutado por abrir la nevera descalzo y mojado. Con sus chanclas puestas se acercó a un paquete de leche derramado junto a la mantequilla vencida y la botella de zumo de piña que llevaba al menos dos meses abierta. Un sonido raro lo enamoró instantáneamente, buscó detrás de las naranjas y seguía allí, al mirar el teléfono se percató de lo que era, su amigo estaba gritando desesperado.-Perdoname, ¡estoy bien!, estoy bien, estaba buscando algo para comer, no seas paranoico.
-¡Qué susto, pelotudo!, avisá antes de tenerme en la línea cinco minutos sin hablar, por Dios, que mal lo pasé la puta madre que los parió, me estaban mirando todos, bueno, ¿en qué estábamos?
-Te pregunté si veías normal tanta búsqueda artística.
-Sí, sí.
-¿Sabés una cosa?, dejalo, no pasa nada, era más de lo mismo.
-No, pará un poco, era una cosa que tenía que hacer, ahora tengo tiempo, no seas boludo, relajate y sigamos.
-Bueno, ¡eso!
-Ah, perdoname, sí, sos un tipo fuera de serie, significa que no estás en la línea de montaje, sos distinto, te diferenciás sobre el resto, lo sabés.
-¡No seas ridículo!_ se sentó en la silla de la cocina mirando el agua fría.-no quiero eso, me entendés a lo que me refiero, hablo de que si es tan importante querer decir algo que no va a cambiar nada.
-Eso es más ridículo que intentar cambiarlo.
-¡Qué listo sos!, y ese estímulo de querer intentarlo es muy capitalista.
-Haber Alejandro, todo es capitalista, vivís en la cuna del problema, podés hacer algo, pero con lo que hacés.
-Es una mierda, estoy podrido, el mundo está sumido en una agonía increíble, la información lo es todo, estoy realmente cansado. Me dan ganas de comprarme un arma y darle a Blair una buena...
-Callate, ¡para eso es mejor tirarle a la reina!
-¿Ves?, hay tanta gente que aniquilar que sería imposible, nos darían caza como terroristas y después nada... la cárcel, la muerte, tortura... en fin.
-Pero la gente está incómoda pero tampoco es para tanto, aceptan que la gente se muera de hambre, les da igual a miles de millones lo que les pasa a sus vecinos, dejá de pensar tanto.
-¡Qué fácil!, eso es tan simple, mirá mejor lo dejamos, estoy realmente cansado, no sé ni qué mierda hacer con mi vida personal, deberíamos separarnos de niños en dos, el artista y la persona. La dualidad es terriblemente dura, esa fisura me jode tanto.
-Ale, perdoname pero me llaman, ¿me llamás otro día más tranquilo?, ni se te ocurra hacer nada, si estás así, volvé  y punto, no te vuelvas loco con nada, acá estamos nosotros para darte lo que necesitas, y al mundo que lo sigan jodiendo, nos queda de vida como mucho otros cincuenta años. Chau mi amigo._ no contestó al colgar, prefirió obviar un saludo, estaba realmente sumido en una tristeza profunda, la gente continuaba consumiendo, los sonidos seguían siendo los mismos, el agua en la cocina continuaba esparcida en el suelo, la taza vacía esperaba ser rellenada, la miró estupefacto comprendiendo que el aire en esa vasija primigenia contenía quizás las respuestas. Cerró la puerta del microondas, pulsó dos minutos y medio para calentar su bebida, suspiró, aparecieron sus manos de pequeño, sintió el sol en la espalda calentarlo como un horno gigante. Abrió el microondas, cogió un guante de tela, le sumó leche y un saco de té negro, cogió el azúcar y se sentó en el sofá, encendió la televisión y cerró los ojos bebiendo el té sin azúcar.   

Los seis grados de Julián.

-Seguimos cayendo en la misma encrucijada, debe modificarse algo._las plantas reunían los sonidos junto al viento, era relajante para Julián pero perturbante para Pablo.
-Tenemos que atacar, reunirnos, no quedarnos de brazos cruzados, llenos de pajas mentales que no nos llevan a ningún sitio, ¡de eso está plagado, Pablo!_el café se había enfriado, al dar un sorbo su rostro de arrugó al completo, su estómago rugió molesto.
-Ya lo sé, no te dije nada, pero algo sí se me ha ocurrido, es posible que te parezca una tontería, pero fue una idea válida en mi fantasía._acomodó su cuerpo en la silla, suspiró, temeroso dudó y al final, entre lamentos mentales, se animó a soltar sus palabras.-Es simple, en la historia, encontramos guerras para la conquista, el método del imperialismo fue básicamente el mismo, con sus variaciones abismales pero a simple vista similares. Las armas cumplieron un rol fundamental, hasta este mismo momento, pero creo que tenemos un monstruo dormido que no miramos a los ojos, Julián._una sirena se apaga en la multitud de luces, se incorpora a la normalidad de su andar mientras continúa relajándose.-¿No lo ves, verdad?, la tecnología es la herramienta de dominio, primero fue el hambre, el achaque a la moral, las restricciones, el exilio, las vejaciones, torturas y quién sabe que más mierda. Luego como un asesino al matar a su segunda víctima, se perfeccionaron, las tres o seis familias que controlan el dinero comprobaron que a sus sirvientes hay que darles de comer bien, dejarlos relajarse mediante el ocio, consumiendo lo que ellos mismos fabricaban, así nacimos nosotros y otros millones, envueltos en el consumismo desenfrenado con música funcional. Ahora tras un período de falsa revolución tecnológica nos hicieron adictos a los ordenadores, luego a comunicarnos tras ellos y sus cientos de artilugios hasta que nos obligaron suavemente a mostrarlo todo de nuestras vidas íntimas, desde lo que pensamos hasta lo que producimos. ¡Somos mierda para ellos!, ¿no lo ves?, tenemos que hacer algo Pablo, ¡pero ya!, tú has escrito un manifiesto perfecto, que no se ajusta a ninguna ideología, que tienes retazos de todas, puede funcionar, mi plan es simple, directo y perfecto por donde lo mires. Bajo la teoría de los seis grados vamos a reclutar voluntarios, activistas virtuales, con ellos y sus pequeñas células estableceremos la red de activistas a nivel global, luego se plantea con seguridad la acción y el resto es ver cómo no pueden contra nosotros._continuó caminando en círculos, algo dubitativo, cabizbajo pero con la seguridad interior intacta, sabía que tenían la energía y el tiempo para llevarlo a cabo.
-Pero no te explicas, no eres claro Julián, dime, ¡habla!_ Pablo se levantó bruscamente elevado por la intriga y emoción del discurso escondido de su amigo. Las plantas se agitaron revueltas de energía, la noche escupía sus sonidos sin reparos de sueños cortados.
-Hablo de abrir cuentas falsas, cada uno de nosotros tendrá todos los soportes falsos para divulgar, estaremos dormidos durante unos meses hasta tener la voz bien alta entre los internautas, una vez dictada la primer acción no podrán evitarlo.
-¿Qué piensas hacer?, ahora las quedadas son más bien para follar o beber en plazas públicas, esas generaciones apolíticas son insultantes Julián, no quiero desilusionarte pero...
-¡Nada!, míralos como se mueven, ¿no parecen glóbulos en la sangre de un cuerpo?, ese cuerpo tiene un nombre, el imperio nos ha hecho idiotas, vivimos para ellos, y es por esa generación nuestros sudores de constante estrés. ¿Lo entiendes?, en unos meses enviaremos a nuestros activistas las bases de nuestra ideología, serán de todos los bandos existentes, todos quieren gritar por algo.
-No todos pueden apoyarse.
-¡Pues utilizaremos la ceguera virtual para que luchen juntos!, sin importar la creencia política o religiosa, utilizaremos el esperanto como vía de comunicación, es simple, y todos pueden comprenderlo, luego la primer acción será denunciar al mundo lo que hacen diariamente y no queremos ver. ¡No aceptamos lo que nos sucede, como no verbalizamos cuando tenemos un drogadicto en casa!, nuestra puta naturaleza moral nos ha hecho añicos. Luego atacaremos con cada una de las plataformas, piratearemos todos los sites gubernamentales, quiero que destruyamos la economía, la especulación va a terminar, fundamentaremos como primer medida la detención de la producción mundial, juntos lo haremos posible._ la sirena de la policía se juntaba con otras de unos bomberos, la columna de humo acercó el olor a quemado hasta la terraza, entraron rápidamente en la sala, respiraron y rescribieron el manifiesto, el terrorismo había mutado sus formas, por primera vez en décadas se había gestado un ataque sin violencia que llevaría a las masas a comprender la verdadera situación global.
 

jueves, 17 de septiembre de 2009

El motivo.

-¡Confiese y esto termina bien rápido!, lo saben su mujer y el resto de la familia Zouza, tenemos las pruebas analizadas, el adn corresponde al suyo en su totalidad. Tenemos la colilla del cigarrillo, el cabello, está hasta el cuello, si nos dice dónde ha puesto el resto de cuerpos reduciremos las penas._Bilbao había amanecido repleta de lluvia, la ría crecía lentamente, la gente se agolpaba sin motivos en el puente del arenal junto al teatro.
-No es tan simple, la suma de las partes es la totalidad, pero sin ellas no hay nada, no tienen pruebas, lo sé, primero verifique quienes son de fiar en su departamento y quienes no, voy tres calles adelante y tengo nueve escapes, lo siento pero conmigo no funciona así de simple. Llame a mis abogados o lo demandaré._ intentó decir algo mientras aspiraba el aire con humo de su cigarrillo.
-¡Hazlo!_ exclamó señalando con un gesto al oficial que estaba junto a la puerta.-No te saldrás con la tuya, no voy a negar lo evidente, pero ten algo por seguro, ni hoy, mañana o pasado estarás en mi prisión, pero llegarás, todos cometemos errores, ya lo has cometido, buscaré, y cuando llegue, intenta estar en Alaska y protegido porque nadie podrá salvarte. ¡Suéltalo!, me da igual, ¿qué miras?, ¡anda, suéltalo!, novatos de mierda, ¡vete!
-Yo tengo más información... vigila a Iratxe._ salió por la puerta rápidamente y se esfumó entre los oficiales.
-¡Serás cabrón!, ¿¡me amenazas!?, ¡iré a por ti Beñat!, iré a por ti maldito hijo de...
-Tranquilo jefe, lo tenemos marcado, no podrá siquiera pestañear sin que lo sepamos.
-¿Qué coño sabes?, ¡cállate, anda!, me cago en Dios, qué puta manía tienen de intentar ser positivos, ese cabrón ya está fuera de nuestro alcance, lo peor es que los cuerpos no aparecen y la prense me tiene hasta los huevos.
-Son los de siempre jefe.
-¡Tráeme un café, quieres!, dile a Beitia que prepare dos móviles, tengo una corazonada._cerró la carpeta, se puso el abrigo, tiró el cigarrillo a medio terminar a la basura y este comenzó a soltar humo. 

La lluvia no hacía más que cebarse con la ciudad, algunas zonas comenzaban a mostrar síntomas graves de la situación, en los medios se hablaba de una posible inundación en las encartaciones.

En el bar.

-Ponme un cortado, ¿tienes lo que te he pedido?
-Sí, dame un minuto que tengo al encargado tocándome las pelotas desde la mañana, marcha en unos minutos.
-No es mi mejor día, tengo prisa.
-Ya, perdona pero no puedo meter la mano en ese sitio, puede desconfiar y a este si se le mete algo en la cabeza no para, tengo que cuidar el curro, tío.
-Vale, me cago en Dios, hoy tienen que joderme todos, es que... es que...
-¿Qué ha pasado Jon?
-Se me ha escapado un tío  de los chungos, me ha amenazado, no sé que mierda hacer, vamos ponme el puto cortado.
-Aquí tienes, luego voy a por ello.
-Aquí estaré._ al tercer sorbo entró uno de los ayudantes.
-Hola Jon, ¿qué?, vaya jarreo que hay allí fuera.
-Ni que lo digas Ángel.
-¡Vaya careto llevas!
-¡Y tú, no te jode!_ la gente comenzó a agolparse en el bar, algunos gritos se multiplicaron mientras la puerta se abría y cerraba.-Pero qué coño...
-Está muy chungo Jon, si tienes que ir para el puerto deportivo, vete ahora, se viene una gorda, hazme caso._suena un teléfono móvil.
-Sí tendré que marchar ahora... espera, dame un minuto... ¿sí, diga?, ¿qué?, ¿¡cómo!?, ¿qué me dices?, te has equivocado, toma Ángel, no entiendo lo que dice tío._ Jon se arrodilla desesperado, gritando mientras su compañero oye lo que le dicen.
-¿A qué hora a sido?, vamos para allí..._colgó y se acercó a su amigo.-Lo lamento Jon, no puedo quedarme contigo, voy a ver todo lo que ha pasado, tú te metes en la oficina y no sales, ¿me oyes?, voy a alertar a todo el equipo, déjame que yo haré el trabajo, esto es muy duro para ti.
-Mi mujer... Iratxe, ese hijo de... voy a...
-¡Calla, Jon!, no digas tonterías, marcho mi amigo, haré todo lo posible, todo lo que sepas tienes que transmitirlo y seguir el protocolo, mientras más rápido sueltes todo más posibilidades tendremos. ¿Me oyes, Jon?, y coge tus cosas que aquí el agua va a arrasarlo todo._ el nivel de la ría rayaba el borde, el poder de la corriente brotaba contra el ayuntamiento en forma de olas, el tranvía  se detuvo antes de cruzar el puente, el agua dejaba de ser algo divertido para transformarse en una amenaza mortal para Bilbao. Jon rompió ahogado en furia cristales y mesas, durante un cuarto de hora sus compañeros y amigos lo intentaron contener pero en un descuido se escapó decidido a dar caza a Beñiat.
  

martes, 15 de septiembre de 2009

La clemencia de Bryson.

-No voy a cuestionar tu autoridad, pero debes callar tus voces que gobiernan allí dentro._su dedo presionaba con la actitud sospechosa de una amenaza.
-Es hablar por hablar, mientras en estos momentos el mundo escribe las sentencias históricas tú te ocupas de un simple activista._quitó las gotas de su piel, su saliva había dejado un rastro líquido de sus palabras.
-Debes entrar en razón  Wes, no es momento para limpiar tus actitudes con sonrisas  encarpetadas en un altillo impenetrable, ¡habla maldito!, ¿activista?, ¿ese es el nombre de la nueva inteligencia militar?_golpeó con la energía de un caballo su ojo derecho, la sangre se imprimió en su chaqueta.
-Soy un activista por obligación, la OMC, OMS y el resto de empresas liberales están volviendo a nuestra sociedad insana, infernal._su boca se detuvo mientras Wes pretendía continuar.
-Wes, vienes a nosotros por alguna razón más profunda, ¡no cambiarás el destino de las economías del mundo eliminando la superficie de lunar, detrás hay mucho interés dispuesto a limpiar sin mancharse las manos. Por última vez, ¿qué has hecho?, ¿dónde piensan atacar?, tenemos muchos frentes abiertos, morirán civiles Wes, ¡morirán por ti!_ dio una señal para que sus dos compañeros se retiraran de la habitación del hotel.-Puedes decírmelo._se arrodilló para encomendarse a su Dios mientras esperaba la respuesta.
-Te conozco Dietrich, vas a matarme en dos minutos, puedo contar tus pulsaciones, explicarte las vibraciones y el calor que emana tu cuerpo, el miedo que sientes ante el futuro, puedo incluso decirte que tus dos hijas anoche te dieron un regalo, ¿lo recuerdas?, estás implicado mi amigo, eres de los nuestros._sus ojos buscaron los de Wes, el estupor lo envolvió en una nube de cuerpos sin terminaciones nerviosas, el edificio completo posaba sobre su espalda.
-¿¡Qué has hecho!?_ saltó sin medir las consecuencias hacia la silla en donde reposaba Wes maniatado y ensangrentado por los golpes anteriores.
-Ya no tienes nada que hacer, tus hijas te dieron la clave, ¿crees vivir en la burbuja que te aísla en las próximas décadas?, el futuro ha cambiado Dietrich. Si me tocas una vez más, desearás la muerte antes que a tus hijas. Escúchame, no eres nuestro objetivo, ni siquiera el presidente, ni los tres que tiene detrás en estos momentos.
-Morirás, ¿no lo ves?, luchas por algo que está perdido, el anarquismo es teoría desclasificada, no hay nada que puedas hacer en contra de los intereses globales.
-Qué equivocado estás Dietrich, el núcleo está a punto de resquebrajarse por completo, el dinero electrónico no servirá en unos minutos, el apagón tecnológico será en un cuarto de hora, querrás morir si no me ayudas, es solo el principio. Seguirán las listas de poder, los buques factoría que creen tener a salvo con los servidores dinámicos ya están tomados desde hace al menos dos años, nuestros tentáculos son algo más pretenciosos. Diles que todo sigue bien, ordena la inspección en las habitaciones 46, 245 y 357. 
-Son mis hombres.
-Tus hijas pesan más en la balanza de tu justicia, ¿verdad, Dietrich?_ abrió la puerta y les ordenó requisar todo objeto relacionado a la investigación.
-¿Qué quieres?, mis hijas están protegidas desde hace tiempo, si ahora te corto esa puta lengua nadie hará nada, ¿qué dices, Wes?
-Que eres un pobre hombre Dietrich, tu familia ya es nuestra a menos que no hagas lo que diga.
-Mis hijas..._ miró su teléfono móvil.
-No lo intentes, si llamas mueren, tienes el regalo en tu bolsillo derecho, ya tienen controlado el corredor, suéltame y baja a la habitación 46, diles que sigo aquí, yo seguiré, me verás, pero ya no estaré, ahora graba en tu mente esta secuencia numérica... 73, 22, 84 te darán las instrucciones, no dudes, no te comuniques, no hará falta que pienses en las consecuencias, si lo haces bien, serás parte del nuevo comienzo.
-Con violencia deja de ser lícito.
-Eso mismo digo mi amigo, solo es la violencia natural... ¡suéltame!_ crujió sus dedos, frotó sus manos y se cacheteó a si mismo, bostezó y con una señal obligó a Dietrich retirarse. Mientras avanzaba, las luces se apagaron.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El color del fin.

-La ataron, le extirparon el pensamiento mientras las ovejas caían  de a miles, tienen las garras afiladas._sus ojos cayeron al razonar sobre lo sucedido.
-Es un pelotuda._dijo Alfonso con su acento bien marcado y cierta soltura.
-No hay pelotudos cuando la vida está en juego, ¿qué esperabas?_le contagió la pérdida.
-Perdoname, no merecía morir._desciende de la cima de su estupor para comprender a su amiga.
-Ahora la cuestión es qué vamos a hacer, tenemos cinco horas antes de que aparezca en los medios la filtración._la perturbación de solo pensarlo la llevó toser, el dolor en el pecho la obligó a encorvarse durante unos minutos.
-Mirá Natalia, tenemos plata para escaparnos, yo no quiero caer en las garras de esos hijos de puta, me van a procesar por delitos que no fueron míos, voy dos pasos adelante, nos vamos en coche ahora mismo y nos olvidamos, empezamos de nuevo.
-¿Qué?, ¿empezar de nuevo?, tú estás loco de remate, ¡quieren exactamente eso!, su voz se apagó y nadie va a hacer nada, al menos nos tiene a nosotros, somos su último grito, Alfonso._ una mujer pasó a escasos metros, están sentados en un parque público.
-¡Esa gente no quiere gritos!, odia la verdad, la repele con el ocio, tienes esa idea de fingir ser un mártir, ¿para quién?, caeremos en sus garras, Natalia, mirame, ¡mirame a los ojos!, ¿ves que te miento?, no tengo dudas que nos enfrentamos a la muerte.
-Esto es una democracia Alfonso, no temas, no es la Argentina que dejaste.
-Es mucho peor Natalia, no tenés ni la más remota idea de lo que crees saber, no hay ciencias que estén detrás de esto, el poder es uno de los peores males, luchar contra la enfermedad sin medicamentos es una condena que no mereces, tu pasado debe reivindicarse, nadie va a alentarte a seguir, nos quedamos solos, ¡muy solos!, los tiempos de revoluciones terminaron, el control no tiene límites, Natalia, mirame a los ojos, ¡carajo!, mirame te digo.
-Tranquilízate, no grites, ¡no grites que estoy muy nerviosa!, lo dejé todo, le prometí a mi padre que lo haría por él, ahora míranos a lo que hemos llegado, frustraremos las otras intervenciones.
-¡Es una auténtica locura!, el resto va a morir en unas horas, el mundo ya está hablando de nuestro intento golpista, van a torcer a nuestros seguidores, ¡perdimos Natalia!, es ahora o nunca.
-No puedes hacerme esto, no, no y no._ arrancó algunos pelos de la furia desmedida.
-Ya no somos lo que pensábamos que éramos, morirán más sino no tomamos medidas, hay gente que lo dejó todo por la causa.
-¿Y yo?, mi padre lloró al saberme de su lado, su última lágrima fue de agradecimiento, reivindicar el pasado es eso, ¿qué hago con la pena al escapar?, no hay playa, cuidad o bosque que me aleje del tormento, vete Alfonso, lo haré sola.
-No, no lo vas a hacer.
-¡Vete!, tú no sabes lo que es el compromiso, cerrará los ojos, lo juro, algunos lograremos el éxito, aunque mueran dos de ellos.
-No hacemos nada, podemos arreglarlo, retomar las órdenes y analizar, desaparecer pero por un tiempo nada más, así recobraríamos fuerzas, desmantelar...
-Nos ha llevado años Alfonso, voy a descabezar a las dos familias, es ahora o nunca.
-Pero... Natalia, sin mi no podés.
-Entonces vienes conmigo._abrió una cápsula con un líquido transparente y mojó sus dedos.
-¿Me estás amenazando?
-Si te toco mueres, no quiero provocar una agonía innecesaria.
-Natalia...
-Vamos, sé que quieres, es temor, ¿y si todos lo logran?, difundirán mentiras, los medios dicen la verdad cuando anuncian la hora y el día, el resto es pura mierda... si mueren los gobiernos comenzarán a agrietarse y los golpes serán certeros, es la única vía, somos el instrumento Alfonso.
-No quiero...
-¿Morir?, deja ya eso, haremos historia, tu honor y el mío serán recordados, nadie sabrá de nuestras dudas, pero yo no las tenemos, ¿verdad mi amigo?
-No.
-Dame un beso._la tarde radiaba luz como pocas, el parque estaba próximo al cementerio en donde las dos familias más influyentes despedían los restos mortales de un soldado. El reloj marcó el minuto inicial, la misión encomendada era comenzar el nuevo orden. Los hilos al fin comenzaron a cortarse, el sacrificio fue... sus ojos se cerraron al tocar con sus dedos a Alfonso, los gritos y disparos fueron los fuegos de artificio que tanto se habían prometido el uno al otro frente a la tranquilidad de una playa desierta... la muerte supo vestirse de amarillo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Los cien nombres del dictador.

-Te odio, no te soporto, ¿por qué me miras así?, ¿soy peor que ella?, ¿eh?, mírame a los ojos, se te caen hacia abajo, mientes y lo haces sin descaro, ¿quién te ha enseñado a ser así?, has cambiado tanto.
-He cambiado, me han reformado, la compañía tiene recursos increíbles, me han devuelto la vida, ahora creo en lo que me propongo, el presidente nos regaló ésta tarjeta, es para ti, así puedes procesar mi cambio, mis modificaciones.
-¿Qué dices?, ¡tres años fuera y llegas como si nada hubiese pasado!, ¿estás drogado Caleb?, hueles muy raro.
-La compañía nos ha provisto de un hogar para nuestra familia, ¿no es eso un motivo para alegrarte y creer en nuestra nación?
-¿Caleb?, ¿eres tú?, ¡vete de aquí, quien seas!, tú no eres mi Caleb, ¿qué te han hecho?, yo creía que...
-Nunca hubiese imaginado escapar con otra mujer, ¿han llegado los envíos de dinero?, las remesas eran mi fuente de inspiración para continuar, he sufrido hasta que he dejado de sentir. La compañía nos pidió expreso cuidado con la nueva información, estuvimos cautivos, creímos que era lo mejor para el país... tu rostro estuvo en cada una de la operaciones, eres... has cambiado.
-¿Yo he cambiado?, ¿¡yo he cambiado!?, ¡vete!
-No puedo, debo protegerte, pronto surgirán brotes de una revolución tardía, Claire, estoy aquí y no me iré, te amo princesa.
-¡No soy tu princesa!, ¡llamaré a la policía, seas quien seas!, vendrán por ti y te encerrarán, Caleb ha muerto, lo siento, te pareces pero no eres... la remesa era mi pensión, me han quitado mi dinero, no me quedan fuerzas...
-¿Dónde está Aaron?, huelo su perfume, su piel.
-¡Deja mi niño en paz!, ¡es mi hijo!, nadie va a tocarlo.
-Debemos bajar, pronto comenzarán las redadas, me informan que el capitolio ha sido tomado, el mensaje está a punto de surgir, hay un bando solo Claire, créeme querrás que te proteja. Dame tu mano princesa, te he echado de menos.
-Pero...
-Calla, camina, ven aquí pequeño, soy yo, mírate la cara, ¿quién te ha hecho esto?
-El amigo de...
-¡Aaron, no es tu padre, calla!
-¡Calla tú y baja en silencio o jurarás no haber nacido!, ¿esto has permitido en mi hogar?
-Pero... tú, ¡no eres Caleb!, algo ha pasado, oh Señor, encomiendas una tarea a quien no tiene brazos, me haces sufrir Señor.

Las sirenas rompen la quietud del barrio, los alaridos se extienden como hojas en otoño, el sonido de la señal del televisor se repone, la voz del primer presidente global prueba el micrófono. El mundo se estremece, los mercados financieros se paralizan, las bocas se abren en todas las oficinas del mundo, los corazones de los países entran en paro, Caleb mira al presidente, sonríe y cierra la puerta verde, no hay simulacros, no hay bombas atómicas, no hay virus, ni masacres, tampoco especies revolucionadas. Claire llora entre las cajas vacías, Aaron posa sus manos sobre las de su padre, hablan muy bajo, el minuto cero ha comenzado, Caleb recibe las instrucciones.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Minuto cero.

-"El pacto se ha cerrado, cuentan con nuevas armas... enriquecen el Uranio..."_ la televisión suelta sus brillos acaudalados y el teatro no hace más que comenzar, mi mujer me mira.
-¿Qué pasa Lori?_ está suspendida en un pensamiento, una foto o una palabra invisible pero comprensible.
-Nada, ¿por?, ¡baja la voz por favor que no me deja concentrarme!_tiembla.
-Lo haces otra vez, ¿buscas tu lugar?, no sigas, ¡no sigas Lori que van a encontrarnos!
-Déjame, es solo un minuto más, y marchamos o otro hotel.
-Te empeñas una y otra vez en buscarla, ¡ha muerto!, y si sigues moriremos nosotros, tengo dos papeles que nos llevarán lejos de aquí, es hora de modificar el futuro, los hilos se tensan y podemos modificarlos, ¡enamórate de una idea al menos!_ cierra los ojos, cree tenerla cerca.
-No voy a detenerme, tengo que matarlo, no hay otro camino.
-Somos nosotros o ellos, ¡Lori, mírame!, somos nosotros o ellos.
-Escapar transforma el futuro en un desierto sin agua, sígueme, es la última vez.
-Lori, no me hagas esto, quiero disfrutar del dinero, nos pertenece, es nuestro momento, la oportunidad, si eliges mal eso se perderá para siempre, luchamos por la paz y ahora míranos.
-Gabriel, no hay futuro, lo he visto, moriremos en dos días, podemos recuperarla, es fuerte, la protegen con un campo electromagnético, tú puedes olerla.
-La guerra se ha desatado, los líderes del uno están desplegando sus tentáculos por el globo, nos queda nuestra ciudad inicial, nuestro refugio, prefiero huir el resto de mi existencia a volver en contra de lo imposible. Lori, recapacita, sobrevaloras el amor, huelo el peligro, eso es lo que me llega, tenemos seis minutos, la resistencia no nos dará otra oportunidad.
-¡Vete, con el dinero!, ¡vete!, te buscaré, juro que lo haré.
-No, Lori, no digas eso, por favor, reacciona, nuestro amor, ¿qué pasa con nosotros?, no me hagas esto, dime que no me dejarás allí solo, puedo marchitarme de dolor.
-Podrás olerme, ten paciencia Gabriel, el mundo merece el indulto, tenemos una década para lograrlo el resto del tiempo es pérdida, créeme, estos minutos, aquí, serán mi refugio mental, ¡vete!
-Dos minutos Lori, ven conmigo, tenemos todo, no me hagas esto.
-Adiós Gabriel.


viernes, 4 de septiembre de 2009

El beso.

-¿Te ha gustado?_ el bar habla solo ante la calle, su música mezclada entre las voces vinoandantes lo refleja hacia la calle como un sitio divertido en medio de la callada noche.
-No me gustan los diálogos secos, sin brillo, de hojalata, no han reflejado el amor como es, no han dado ese matiz de la vida que nos permite respirar._él la mira, ella se esconde tras un copón repleto de refresco con alcohol disimulado.
-Hablas como si supieras qué es el amor._deja un silencio para ensordecerla de pensamientos.
-¿Y tú qué sabes?, me hago a mi misma cada día al levantarme, por momentos robaría tres bancos para sanar mis cuentas con los saldos, pero ya me ves, tranquila, sentada y hablando del amor.
-Veo que te gustan las poesías baratas, te sensibilizas con los diques narcisistas de unos pocos desgraciados con ganas de llamar la atención de las mujeres desesperadas.
-Creo que si esta noche tiene un desesperado, ese eres tú, mi querido._ las máquinas que limpian las aceras se alejan, dejan detrás un húmedo alivio a los pulmones repletos de humo.
-Te dejas pervertir por la idea de consumir hasta hartarte, te creí más contemplativa pero noto en tus miradas que te alejas más y más de mis precepto... una  vez más inútil... no entiendo porqué me empeño en encontrar un futuro planificado a la perfección, te hacía más dócil, menos sofisticada y mucho menos fantasma.
-¿Qué dices?
-Lo que oyes, tus modales son precarios, más bien inexistentes, ¿no puedes ver que toda esa gente es infeliz?, míralos, hazme un favor, ¡míralos!, ¿qué encuentras de placentero?, ¿ves algo?, no solo veo seres que ignoran, que nublan las vistas y el pensamiento para aliviar la pena capital de existir por el hecho mismo.
-No me va la filosofía de escritorio y ordenador de última generación.
-Antes no opinabas lo mismo, leías como una condenada a muerte cada una de mis palabras y las hacías leyes vitales, claramente no encontraré el amor.
-Tienes que leer de verdad, interesarte por la mujer, pero de verdad, el narcisista eres tú, capturas con tu misterio poético, eres patético como los seres que desprecias, tus colegas.
-No reniego de mi profesión, reniego de los que siguen una porción inútil de mi profesión.
-¿Quién te has creído?, hablas de verdades, mira cariño, tengo muy claro qué significa existir, no tengo complejos con mi status social, me lo he ganado, no me quejo por el hambre de Asia, India, Medio Oriente, me da igual lo que hagan en el tercer mundo, si manda una logia, una familia, si hay revoluciones o si se muere un Kennedy que parecen no terminar jamás.
-Gracias por la velada, ha sido un placer conocerte, al menos la película tuvo un momento.
-No te vayas.
-¿Por qué voy a quedarme?, no eres compatible conmigo, de nuestro presidente global solo tengo palabras de angustiosa tristeza, de nuestro sistema único guardo rencor por su historia, incluso de la mía, nací en medio del hambre, en la recesión del cincuenta, participé de las revueltas del setenta y seis, fundé un partido político... no tenemos nada de qué hablar, ni siquiera eres guapa, no me gusta cómo miras.
-Tu vacío es similar al mío, comprendes las deficiencias, lo has intentado, ¿modificar un comportamiento indemne?, eres igual de cruel, te vistes con el sudor ajeno, pagas con la misma moneda, te cortas el pelo, te duchas, bebes, eres un completo idiota, adiós. Ah, ¿te duele la cabeza?, es el primer síntoma, ya no puedes contestarme, ¿no?, mira si hay luz, querrás que exista aquél barrio comunista en el cielo, adiós.