martes, 15 de diciembre de 2009

El silencio de Joan.

-¡Usted le miente a miles de personas!, no existe tal benefactor benévolo que solo da amor y reparte vida. Ese hijo de puta al que llama Dios me arrebató todo lo que amaba, incluso cuando más rezaba, no se lo pensó un instante, fui un iluso, pero ahora yo le doy guerra, me planto ante todos lo que creen como tú y lo divulgan vilmente tras esa cortina de sonrisas.
-Estás cegado hijo, no hay venda que se vuelva transparente, debes sanar la herida o continuarás en esa constante pulcritud.
-¡No me llame hijo y deje de mentirme a la cara!, la iglesia es, fue y será violenta, solo que en este contexto social no pueden continuar a sus anchas, pero son la peor calaña sobre la fax de la tierra. No me venda Salmos como churros, ni intente convencerme de nada, es un hipócrita, miente a muchas personas desesperadas y punto.
-La bondad, el respeto, la sabiduría, nuestra fe mueva la montañas de la moral, las convierte en dones, ustes no puede vernos, su dolor es extremo y prefiere eludir la dignidad de vivir en Dios. Fuimos creados para amar, lo siento, debo marchar a la parroquia, tenemos comida que brindar a las víctimas de otro atentado.
-Le daría una bofetada pero me pondría muy cerca de su método. La ciencia explica a la población mundial que no existe vida después de la vida, esas patrañas de feria ya no son creíbles, se come sus palabras… camina, eso es, camine y digiera cada una de mis miradas, mi energía, lo seguiré allí donde predique la palabra. No descansaré hasta ver a toda la gente comprendiendo lo que realmente es vivir, atendiendo a una verdad única, la de nuestro interior, esa que nos dicta el camino, no las reglas de un imperio fantasma, valorado en una moneda de intercambio. Es usted un cobarde, a esas víctimas le da amor creyendo convencer al desvalido. ¿Por qué no regala el oro de sus capillas y deja el dinero de sus diezmos a la lucha contra el hambre?, ¿por qué no construyen miles de casas en terrenos devaluados y constituye cuidades autónomas de creyentes con un pan?, ¡viven del idiota!, me dan asco, ¡eso es!, camine, silencie sus bestias, allí dentro rugen, son parte de su genoma, ¿bondad?, ¿esa es la bondad que regalan?, el altruismo es irreal, no sanan, simplemente conquistan. Son piratas intocables, mafiosos de túnica, violadores de niños, son imperfectos, sádicos… son lacra… ¡O que me parte un rayo desde el cielo que gobierna el hijo de puta ese y me parta en dos!
-¿¡Joan!?, ¡cállate un poco!, déjalo en paz, ese hombre no te ha hecho nada, es un pobre diablo que mendiga en las calles, no entiendo porqué le sigues la corriente a cualquiera, te dejo dos minutos suelto y haces este escándalo, mira la gente, nos mira el pueblo entero.
-¡Me es exactamente, igual!, es un cínico, así como lo ven todos parece ser amor puro, pero no, que miren, ¿te avergüenzas?, ellos no tienen idea de lo que significa morir respirando, día a día, solo las veo despertar, desayunar y morir a las horas, sueño todos las malditas noches con ellas, en la siesta… lo veo a él… el diablo vestido de Padre.
-Estás equivocado Joan, no puedes ver, ¿es que no lo entiendes?, hay que ir pisando firme, la recuperación es muy larga, ese hombre no es quién crees ver en tu fantasía. Ven aquí, no tiembles… por Dios Joan… ven.
-¡No nombres a ese hijo de puta!
-Calla, ¿quieres?, calla un poco y sube al coche, sino me ayudas tú, no lo hará nadie, ¿está claro?, ¿¡está claro!?
-Sí, si, no grites.
-Es que no hay manera de quitarte las ideas.
-No están, y yo…
-¿Tu qué, Joan?
-Las extraño, están frente a mi pero no puedo tocarlas, es desesperante, Kim.
-Lo sé, lo sé, ¡ya está!, espera que cargo las compras, pero tienes prohibido gritar, estoy contigo, no me voy a ningún lado, ¿sí?
-Veo un humano diferente, Kim, reconozco que existe la posibilidad de potenciar el cerebro, lo estoy viendo perfectamente Kim, ¿me oyes, me oyes?
-¡Sigo aquí, he dicho que no grites, Joan!
-Lo siento, es que las vendas… quiero mis ojos.
-Ese hombre me ha dicho que mis vendajes no me permiten ver la realidad, quiero verla, estoy harto de ser un ciego asistido.
-No es el momento Joan, recién despiertas.
-¿Por qué tu voz es tan madura, Kim?
-Ha pasado mucho tiempo, aquí estoy, ven, mi niño, eres tan… el tiempo Joan, ha sido el tiempo, lo que todos padecemos… no suspires, descansa, yo estoy contigo, y olvida ya a la iglesia, ella sola muere lentamente y no tendrá otra vida prometida.
-Ellas tampoco, Kim… ellas tampoco.