sábado, 13 de junio de 2009

Mensaje desalentador.

Estoy mirándote, ¡sí!, hola, ya sabes quién soy, seguramente alguien te contó de mi, o simplemente has llegado por el instinto, la navegación sin sentido de internet o por un amigo. Da igual sinceramente me da igual, estamos juntos para hablar sobre lo que te sucede, lo que te hace ruido en tu interior, lo que ruge todos los días y se duerme por momentos para dejarte vivir en Babia, con tu boca abierta en algún autobús sofocante camino a casa o alejándote de ella. Somos dos personas que nos sentimos agobiadas porque sabemos que algo nos oprime y no podemos explicarnos como, aunque tengamos respuestas hechas y ensayadas para nuestros amigos, fiestas o eventos sociales, no tenemos ni la más remota idea del por qué estamos ahora mismo existiendo. Es altamente probable que tengas problemas de liquidez monetario, sino te ha sucedido pronto sucederá, y no te alarmes, porque en la merma o en la abundancia todo, absolutamente todo se vuelve a marear y a tender a un caos, mínimo o parcial que hará de tu camino un parque de piedras sin horizontes. ¿Qué hago aquí?, nos preguntamos algunas veces con una sinceridad aplastante... naturalmente no nos sabemos responder más que las respuestas prediseñadas e implantadas en el primer ciclo de aprendizaje... no te sientas mal por no encontrar sentido a las cosas, porque cosas son y nacieron de conceptos, principalmente emulados de la naturaleza o enaltecidos escasas veces por algunos homínidos sobresalientes, pero tu caso no es ese, y si lo fuera tampoco tienes un orden por el contrario, la genialidad irriga tanta fluidez que es imposible etiquetar todas las operaciones que se establecen sin alineaciones visibles. Aquí estamos tú y yo, para relajarnos te voy a contar que tengo miles de cuestiones demasiado problemáticas en mi vida, no voy a deprimirte con mis desordenes vitales, pero te puedo contar que me siento totalmente utilizado por este sistema bacterial que hoy pondera en la tierra, suena a película de ficción “El sistema que rige al mundo”, lejos de eso tienes que entender que hay ciertos patrones de comportamiento de una porción ínfima que condicionan al resto... esto lo sabe hasta un niño de preescolar, pero por algún punto se comienza. La raíz del mal nacido en el anterior siglo se debe al produccionismo, que apareja una de las fases más complejas jamás emprendidas y una de las soluciones más simple que jamás se haya implementado bajo una doctrina imperialista. No sé nada de política, ni de economía, ni de psicología social (sí es que existe)... pero sí se algo que puedo contarte, y lo haré brevemente.


Naciste en un hospital después de un largo pero intenso proceso genético que te moldeó, emergiste a una superficie que representa el uno por ciento de la materia que compone tu nuevo hábitat, te cortaron ese lazo con tu madre para que comenzaras un proceso de grabación de información, lento o no, fue la primera fase de enseñanza sobre la que se fundamentaron tus procesos neuronales recién estenados en la superficie terrestre bajo la acción de la gravedad  y la climatología. Puedo entender que te preguntes, ¿qué me está diciendo éste tipo que no sepa?, tienes razón, no sé nada de medicina, ni de las otras cien profesiones que se ocupan de reparar tu cuerpo o doctrinarlo. Como te he dicho tus músculos ensayaron dentro de tu madre todos los movimientos que iban a experimentar en un futuro terrestre, de hecho hasta soñabas pero no lo sabes, por lo tanto ya pensabas. En tu fase inicial se encargaron de estimular todos tus sentidos, con colores, formas, para que te adaptes al mundo al que llegaste, creciste gracias al cuidado intensivo de una mujer adulta en su defecto un adulto que pudo ser tu padre, abuelo o amigo de tu madre, etc. Te pusieron un nombre para clasificarte entre tus pares, tuviste una identidad, comenzaste a grabar experiencias en base a los juegos, conociste el mundo binario que te iba a gobernar hasta ahora mismo y  tu posterior (y espero que no pronta) expiración. Bajo las preguntas y respuestas acomodaste una serie de prioridades que te dieron una base operativa para seguir experimentando, llegaron la música, los sonidos caóticos de la naturaleza, conociste la lógica matemática, algorítmica, los sentidos se pusieron a prueba con cada error que cometiste, tu cerebro viajaba a velocidades eléctricas increíbles y no lo sabías. Tu grupo se encargó de darte el cobijo ante las inclemencias climáticas y eso forjó inicialmente la incondicionalidad familiar, los lazos se cerraron y comenzaste recibir los estímulos teóricos, nuevas bases intelectuales con las cuales utilizaste la base inicial de la experiencia sensorial, volviste a reunir un pensamiento y una serie de uniones creando conciencia... tu moral fue activada, quizás una falsa moral, no hay peros en las apreciaciones, ya que tu grupo condicionó tu primera visión clara de lo que te rodeó selectivamente por tus bases iniciales.

Hasta aquí lo de siempre, creciste con un grupo nuevo fijo (a veces) con el cual compartías la experimentación de la enseñanza de una serie de acontecimientos basados en la memoria, tus educadores hicieron hincapié en vidas pasadas que realizaron descubrimientos y hallazgos que te permitieron conocer lo anterior para que según ellos tú cambies los errores cometidos y seas un hombre de bien, un hombre que consuma, produzca, no piense y doctrine a su grupo o clan con las mismas bases  sistemáticas.  Al llegar a la adolescencia fuiste un incansable buscador de emociones y aventura, probaste nuevas fórmulas teóricas y reconociste los nuevos errores y aciertos, te dijeron que elijas una carrera universitaria para poder ser un obrero laborioso e instruido en las nuevas técnicas de elaboración, pero al fin un obrero vestido de traje o mono azul, con pico  o bolígrafo todos se transformaron en adultos, la minoría que es la que compone el aporte del sueño posible se llenó de dinero los bolsillos siendo deportistas afamados, naturalmente eres aficionado a cualquiera de los siguientes deportes, fútbol, baloncesto, béisbol, fórmula uno, moto gp, maratón, rally... y otros tantos que no voy a enumerar porque no me da la gana, bueno otra de las aficiones que tienes es la televisión, internet, teléfono móvil, reproductor musical y otro etc que tampoco voy a enumerar porque tampoco me da la gana. ¿Sí?, genial ahora sabemos de nosotros mismos que contenemos una doctrina de las dos que hay en la actualidad, la buena y la mala, es obvio que la buena es el capitalismo y la mala... si si, esa, bueno también sabemos que viajamos una hora al menos para trabajar y otra hora para volver, estamos estresados si llegamos a ser de los afortunados de vivir en el núcleo de la productividad por el ruido, las luces y el sin fin de acontecimientos que tampoco voy a enumerar, porque esto es una cachetada suave y no una Biblia sobre lo que somos escrita por un indolente joven que tiene un mal día. Lo dicho, somos adultos y nos deslomamos produciendo materia que ya pasó de moda, ¿no es triste?, toda la gente que dejó su tiempo depositado en la producción de discos de pasta, edificios de acero y concreto aireado y otras millones de actividades que tampoco vamos a detallar. Ellos, posiblemente tus padres, abuelos y hasta bisabuelos forjaron la mayor tragedia para el planeta y sus especies. Gracias a ti seguimos destrozando un planeta que viaja a cientos de miles de kilómetros siendo un punto ínfimo en un universo que se expande a la deriva. Somos ese niño que acaba de despertar y ha destrozado la cristalera en dónde habían recuerdos de toda la familia, tú y yo no estamos de acuerdo con la instauración de un sistema que por motivación clónica y especulativa produzca hasta llegar a un final. ¿Estás triste?, ves a la gente morirse en guerras y te da tristeza, ¿eso te molesta?, eres un puto infame, una mierda de persona porque también ves a un niño en la calle y le das unos céntimos o nada y te apenas por su realidad pero te regocijas porque no fue la tuya, ¡eres la misma escoria reciclada que fundó las bases para que sigas con la intensa moralidad ecologista de destrucción masiva y silenciosa del resto de especies. Estás molesto porque un impertinente te dice algo que eres y no te conoce, ¿qué crees que tengo que conocer de ti?, piensas todos los días, por un instante o no en por qué mierda estás en vivo, sabes que eres un accidente terriblemente complejo y sabes que eres un engranaje más en una fábrica de sueños repleta de excrementos hasta más no poder. Si piensas en comprar una casa, coche y jubilarte, eres el ser más insignificante, menos apto y susceptible a morir triste que conocerás sino miras a tus lados, digo, a tus vecinos. Perdona, es normal que quieras una estabilidad que te proporcione un hogar seguro, en un sitio determinado para poder gozar de todos los beneficios de la cárcel ociosa que te ofrecen sin salir siquiera de tu cama. ¿Crees en Dios también?, jajaja, perdona que me ría, es normal que busques las respuestas en algo que no te conteste, así se mantiene el misterio de que haces en el mundo hasta el final, es una manera muy bonita, simple y llana de bloquear toda búsqueda interna que te propongas. Estoy seguro que además de todas la ansiedades que tienes por comprar lo nuevo, lo último en tendencia, quieres nutrirte de las bondades incontroladas de la red globalizadora para saciar algunas de tus tendencias patológicas, no definiremos ninguna porque ya son cientos y cada día se suman más, es que las nuevas implementaciones de las tecnologías harán de ti un ser dependiente sin que lo sepas siquiera. Pero no te alarmes si viene un futuro de vigilancia y sometimiento, las ciencias son la nueva filosofía de vida, por suerte el pensamiento religioso o mágico ya no se necesita para conquistar ningún sitio de la tierra porque ¡ya están conquistados todos!, por lo que ahora en nombre de algunas carencias se encargarán de luchar por absorber territorios baratos, como acciones de una empresa para especular con unos rendimientos posteriores o venta. Eres atlético porque educas tu cuerpo con una dosis de gimnasia, vas a la oficina o al taller/fábrica decidido a hacer lo menos posible y llegas a casa para estar en tu sofá jugando a la vídeo consola o navegar sin rumbo en la red global. Eres un exitoso en este sistema porque lograste hace unos años crear un negocio que te dio enormes beneficios, o simplemente tienes un negocio que te permite vivir holgado sin mucho esfuerzo, por lo tanto tienes una red social en internet y en la vida real que te acompaña en cada paso que das y te apoya o educa en los pasos positivos o negativos que das. Eres un ser subordinado a las opiniones ajenas y sigues las tendencias practicando todas las etiquetas que te dieron al nacer y reproducirte. Pero tienes un engendro que pide brutalidad, ruges por dentro pero prefieres callarte, no quieres pensar en mañana, ¡la vida son dos días a vivirla!, ¡sí!, sí señores, no voy matarme antes de tiempo, voy a salir todos los fines de semana a emborracharme para callar mis pensamientos, si puedo entre semana lo haré también porque mis amigos estarán allí esperándome para contarme sus jugadas de naipes por el casino online o el ligue de la puta de turno con el jugador de turno inmensamente valorado en un juego sobrevalorado en demasía, ¡ey!, no es envidia de los pases multimillonarios, ni de las posiciones de los clubes en las listas ni mucho menos de las conversaciones sobre quién hizo el mejor gol o la mejor jugada. Te sigues preguntando por qué tienes tantos cambios de estados anímicos, te das cuenta que el mundo que te rodea te miente a la puta cara y no haces nada, comprendes que en la televisión te montan una mentira teatral para que comas y no pienses. Entras en razón de los nacimientos desmedidos de todos los países, etnias del mundo, no piensas en las muertes, sino en los nuevos pobres futuros y engranajes perfectos para mantener la producción desaforada. Abres los periódicos de papel (si es que sigues leyendo en un formato del hombre paleolítico) y no haces más que leer otras nuevas mentiras de personas o personajes que se creen adultos serios y responsables comunicando verdades del estamento o cualquiera de sus esferas, cuando me refiera a cualquiera de sus esferas digo sus tentáculos más profundos y arraigados, hablo de la confabulación globalizadora, pero no te detengas a pensar, este tipo es un intolerante, un inadaptado y yo estoy leyendo mientras podría estar jugando  o leyendo algo más divertido, es que no quiero... ¡pensar!, ¡caíste! ¿no quieres pensar?, no pienses, pero tienes que comprender lo anterior, y lo primero, ¡eres binario!, hay que erradicar el bien y el mal para reconocer todos los horrores cometidos.  ¿Qué piensas de esto?... no pienso nada, me parece que hablas demasiado de verdades que todos conocemos... es cierto, ahora, vas a seguir viajando en un tren atestado de gente olorosa para trabajar ocho horas por un salario miserable, ¿por un sueño de concreto o acero?, vas a dejar todas tus utilidades mentales para desarrollarte como un obrero sin un fin de clasificaciones y presiones. ¿Vas a ceder ante toda la injusticia binaria que te rodea?, seguro que lo harás, estoy seguro que seguirás consumiendo como una rata de laboratorio sueña con electrodos electrificados y no se plantea nada más que morir y dejar de agonizar. También perseguirás al galgo con cola de conejo en tu carrera desesperada por aprobación transformándote en un ser social y disociado en mil partes mentales.  De hecho comerás los alimentos transgénicos que te ponen en bandejas blancas con música sin ritmo y te acondicionarás para no ser despreciado por la química del amor ante las mujeres u hombres. Seguirás siendo un bárbaro sin hacha, un primate sin árboles, una máquina de reproducción, y otros tantísimos etcéteras. 


Creerás que eres lo máximo en tu despacho en una torre altísima dónde nadie se supone humano y fumarás un habano de un país pobre y resistente a las invasiones. 


Nada hará que la orden instaurada en tu hipotálamo y el resto de tus genes no siga la lucha por la supervivencia, ¿por qué?... porque seguirá siendo una bacteria, una enfermedad que se erradicará dentro de un suspiro geológico.