viernes, 2 de octubre de 2009

La intervención.

-No vuelvo a decírtelo, dame todo el dinero, ¡pero si no puedes moverte!, ¿qué digo? esto tiene un límite Aitor, ¿no piensas hacerlo?, es-te, pu-to de-do... te va a do-ler... ¿así gritas pedazo de mierda?, piensa en mi hermana, un minuto, ¿puedes tener algo de empatía, inútil?_tenía la boca pero no había modo de utilizarla en señal de alarma o dolor, estaban en un cuarto de máquinas del bloque uno, aunque quisiera, nadie escucharía sus gemidos y golpes contra el acero, estaban solos.-Te dije que no te acerques, le inventaste toda esa historia de que eras un director de cine recién premiado, ¿sabes la ilusión que tuvo?, en el silencio de mi observación sabía que era un timo... un director de... ¡hijo de puta!, no voy a matarte, cuando estés entregado a la muerte como en este preciso instante me voy a tranquilizar, ¿ves, es fácil estar en mi parcela?, lo haré hasta que vuelva el caudal de tus pensamientos y encuentres el tormento de tu propio castigo, cuando tu instinto abrace a la vida te seguiré enfrentando a tu amiga... tengo todo el tiempo del mundo Aitor._ se sentó con el bocadillo de jamón y tomate, masticó lentamente, bebió agua de su botella de plástico y cantó durante unas horas canciones de glorias pasadas.-¿Por qué tiemblas, Aitor?, será similar al placer de la eyaculación, esa parálisis que convulsiona el ser, ¿puedes pensar en una caricia?, el hilo pandea de un lado a otro, no, ¡no!, ¡abre los ojos!, no vas a dormir, no, guapo, tienes ojos, ¡úsalos!_ inyectó en sus venas un cóctel de vitaminas para mantenerlo en la superficie de la consciencia.-¡Eso es, así, qué valiente eres!, ¿las retinas de esa pobre víctima se empañaron rápidamente?, es una duda que me llega comiendo desde hace unos minutos, ¿es un instante la vida?, no hay adrenalina más corta... eres un buen hombre. ¿Te asombras?, eres un buen tipo, le has quitado el aire a una persona feliz, a una ignorante, le derrumbaste su castillo de humo para enseñarle la verdadera naturaleza que nos domina, eres definitivamente un sabio._rasgó lentamente su pecho mientras comía los últimos bocados.-Aitor, eres una máquina de fluidos, si te vieras no darías crédito, a partir de ahora comienza el juego, eres mi rata favorita, el castigo en línea va a dar que hablar, ya verás... bueno, no, ¡lo veré yo!, pero no te atormentes hombre que todavía vives, ¡eso es lo que importa!, ¿no? Muero por leer y oír los comentarios de nuestra nueva audiencia, va a dar la vuelta al mundo a la velocidad del satélite. No temas, tengo planeado al detalle todos los saltos dinámicos, he programado estar en todos los sitios a la vez, tendremos semanas hasta que nos descubran, bueno, a decir verdad, a que te descubran muerto, ¡no serás una víctima!, haré que el ejemplo cunda en el mundo, los códigos lo tienen al menos diez mil personas en este momento, cuando lo ejecuten podrán esconderse y atormentar a sus verdugos. ¡No hay sistema que pueda aplacar el mal sin reacondicionarlo!, es nuestra palabra encomendada al fracaso de la ley. Todas las trabas se acaba en este momento Aitor, piensa que tu vida te ha llevado a un destino histórico, serás el primer muerto reemplazado por partes... por tu víctima. Jajaja, ¡eres un niño!, ¡puedo verte correr sin esconderte!, piensa, eso es, piensa bien en lo que te depara, ¡vamos, piensa primate!_ el cuarto se iluminó junto al bloque de servidores conectado vía inalámbrica en una furgoneta, impostó su voz probando el tono, escupió el agua tras un buche de limpieza rápida.-Siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos... uno... los actos encierran jaulas prescritas de comportamiento, no hay ser más violento que este espécimen, sus actos fueron el detonante ejemplar en esta bomba de relojería. Pueden asquearse al ver el grado de descomposición que he logrado, lo mío no tiene referente, haré de mi asesinato una prueba del nuevo comportamiento humano... en este instante somos mil personas ajustando cuentas con Aitor, en unas horas seremos millones, la verdadera justicia a llegado, busca a tu culpable._ encendió la máquina de oxigeno para alimentar el aire en los pulmones de aquella mujer descuartizada y cocida como un muñeco. Los cuerpos estaban unidos por sus órganos, era espeluznante, ingraficable... la ola se convirtió en un maremoto imparable, la sed de venganza florecía de las alcantarillas de todas las ciudades y pueblos del mundo, el sistema protegido fue la capa, la mano o la coima al juez, se detuvo el mundo entre palabras, armas y programadores, Aitor en primer plano buscaba esos ojos de su mujer alentándolo a escribir guiones.