miércoles, 7 de octubre de 2009

Seis números.

-Me cago en mi puta madre, es un hijo de puta, es un hijo de puta Marcos, me la jugó por cuarta vez y yo como un pelotudo de mierda lo seguí, ¡mírame, boludo!, ¿me estás escuchando?, ¡hacete cargo de todo porque a vos también te la jugó!, a veces me parece que te chupa un huevo todo._ al gritar por segunda vez se le cayó la taza de té.-¡Pero, la puta madre que me parió!, ¿me tiene que pasar todo hoy?, ¡Marcos!, ¿Marcos?
-Acá estoy, qué denso, ya fue, está hecho, te lo hizo porque sos un confiado, la gente no cambia, te lo dije.
-¿Y yo qué sabía?
-Nacho, lo sabías muy bien, te la hizo perfecta, una jugada maestra, ahora te quedás con toda la deuda, hipotecado por dos, mientras que el forro de mierda ese que ahora odias seguro está en París disfrutando de un buen cafecito en una terraza de Montrouge.
-Sos un pelotudo, callate la boca un poco, ¿querés?
-¿Te molesta, Nachito?, hay que joderse, es lo que hay, el amor es traicionero y vos un nene de dos años, empezá a adaptarte a la realidad o te van a hundir hasta el fondo, bueno, sí ya no lo hicieron.
-Me voy a pegar un tiro, ¿querés que llore?, lo hecho hecho está, ese hijo de... forro de mierda... me las va a pagar todas, cuando lo tenga fichado lo sigo hasta la muerte.
-No vas a hacer nada, Nacho, nunca hacés nada, no movés un pelo, en un rato vas a llamar a tu viejo para que te quite la hipoteca, más la rehipoteca, jajaja.
-¡De esta, salgo solito!
-¿Solito, Nacho?, ¿estás seguro?
-No me jodas Marcos, no estoy para boludeces, acompañame al banco, capaz me perdonan algo si lo denuncio como estafa, está clarísima la movida que me hizo.
-Vos sos un pelotudo integral, no lo puedo creer, ¡el banco te va a exprimir hasta los calzones!, como no le pidas ayuda a tu viejo, ¡fuiste!, yo en tu lugar y sin tu viejo me pego un tiro, o me doy por muerto para hacer otra vida, sino, me volvería loco.
-Qué amigo sos, ¡el mejor!, si busco en una juguetería seguro que un Playmovil me sale más comprensivo.
-Sos más dramático, calmate un poco, tengo una película para relajarnos, cuando bajes un poco de la palmera llamamos a tu viejo, mirá, pienso acompañarte para que no llores delante de él. Sé que si estoy ahí no vas a hacer nada.
-¡Un detalle de tu parte!, no sé qué haría sin vos.
-Llorar como una maricona todo el día.
-Claro porque vos sos un macho de esos que trabajan el acero quince horas al día, Marcos, lo único que tenés es una cara de piedra.
-¡Yo trabajo más que vos!
-Por seis horas de mierda que metés, te hacés el empleado del mes, callate un poco y dejame pensar.
-Pongo la peli mientras, vos pensá todo lo que quieras, yo pienso aprovechar mi día libre.
-Debo cien mil dólares, más los otros cuarenta mil, en realidad pensandolo bien es una hipoteca y media, el me pagó casi la mitad, ciento cuarenta mil dólares, tiene que irse a un país tan pobre como Argentina, ¿yo qué haría con esa plata?, Bolivia, no tengo nada contra los bolis pero ahí seguro que no me iría, Colombia menos, Perú, ¿Chile?_los dos negaron con las cabezas.-Uruguay, bueno, ojo, es un país laico, muy tranquilo, las casas valen menos allá, no sé, ¿no, Marcos?, tengo mis dudas.
-Ese se piró a la mierda, capaz está Filipinas, dale llamá a tu viejo.
-Bueno, tenés razón, ahora pensádolo mejor, que ponga la plata que le sobra a mi viejo, mi cada no es ni un diez por ciento de la de él y su novia estirada.
-¡Menos!, vos no medís las cosas como tienen que ser Marcos, la realidad es otraaa, muuuuuy diferente.
-¿Pá?, hola, qué estás haciendo, ¡qué lindo!, con lo que me gustan las regatas, sí, sí, bueno nunca quise acompañarte porque sos un pesado con eso... nada, ¿porqué me preguntás eso?, te llamo para saber como estás, no sé... bueno, me pasó algo, no es muy grave, bueno un poco sí, más bien, muy grave... está bien, tengo que cubrir dos hipotecas sobre mi casa, me estafaron, sí, lo sé, perdoname, si me ayudas en esto no te pienso pedir nada más de herencia, lo sé, pero sí soy yo solo, ¿tu novia?, ayudame, ya hablamos de eso, estás vivo y sano, no me hablés así, perdón, estoy nervioso, te mando por correo, esperá, ¿estás con la notebook?, ya está, te mandé la petición de pago del banco, ¿seguro?, ¿de verdad?, uh, bueno está bien, tu herencia no me importa, yo sé conformarme con poco, no como esa... bueno perdón papá... gracias... chau.
-¿Y?, ¿Nachooo?, ¿y?
-¿Qué?
-¿Cómo, qué?, ¿¡qué dijo, pelotudo!?
-Ah, qué me olvide de la herencia, que me mande los papeles para firmar.
-Qué bajón, por lo menos ya tenés todo solucionado.
-Sí, pero... la puta de la novia... me da igual, esta casa es preciosa, trabajo un poco y listo.
-Sí, no sé yo si vas a...
-Nacho... callate.

Suena el timbre.

-¿Sí?
-Abrime Nacho, soy yo.
-¿Jorge?
-¡Sí, soy yo!, dejame entrar que te explico.
-¿Jorge?, ¿¡¡Jorge!!?_ abrió la puerta ciego de rabia.
-Hola Marcos._soltó las dos maletas de mano en el suelo y se arrodilló mientras rebotaban.-Ya sé, matame, pegame, hacé lo que quieras conmigo, te amo, te amo, Nacho, te amo, perdoname, tengo toda la plata, estuve estos tres días metido en un hotel, perdoname de verdad... tengo que contarte algo.
-¿¡Qué mierda me vas a contar!?, me la hiciste como un campeón, me enamoraste como a un pendejo sin estudios y me robaste toda mi plata con eso de tu negocio secreto de mierda.
-Nacho, tenés que entenderme, me jugué todo por vos, lo vi claro una tarde que te vi llorando por el estúpido de tu viejo, me salió el plan en un segundo y no se me quitó de la cabeza hasta que pude hacerlo.
-Vos y tus planes de mierda, ¿querés que te perdone?, ¡dame la plata, Jorge!, ¡toda, y con intereses!, si no tenés nada, seguro te la robaron y volvés para que te de un lugar donde dormir, estás solo en este mundo de mierda.
-No, no pienses así, Nacho...
-¿Qué querés que piense?, ahora le tuve que pedir que me saque del marrón a mi viejo, por suerte me paga todo, pero me deja sin herencia, ¡sin herencia!, ¡¡se la va a dejar a la puta esa de novia!!, es un hijo de puta malparido como vos, ¡igualitos!
-No, estás...
-¡Callate, porque te denuncio, me corto un dedo y me sale de testigo Marcos!
-Pero...
-Pero nada, Jorge.
-¡Dejame hablar!, ¿¡querés!?, el plan era que tenía que convencerte de que me prestes la plata, mi jugada por más que parezca otra cosa, era que tenía que apostar, el tema fue que descubrí una manera de jugar todo y ganar el doble... el problema, bueno, problema no... lo que pasó es que me salió demasiado mal, tenía el plan de apostar todo en el casino, al rojo, doblar la apuesta, después doblar lo ganado más lo que tenía, pero me salió para el culo.
-No, si sos un pelotudo, sos un idiota, un mogólico... ¡tomatela de acá!, andate, no te quiero ver más, mirá no voy a hacerte nada, pero no vuelvas.
-Nacho, te amo.
-Me da igual, ¡me-da-igual!
-Dame un minuto más.
-¿Para qué?, me vas a hacer lo de siempre, vos y tus historias.
-No, por favor, es un minuto, no es mentira, dejame terminar y sino me crees, me voy, y punto.
-¡Dale, hablá!
-Perdí todo, pero todo, cuando subí a la habitación del hotel, abrí las ventanas, tenías que verlo, el atardecer más hermoso del mundo, con viento y todo, bueno estaba yo ahí, en pelotas y esperando la muerte, pensando en vos, entendí que te amaba más que a mi vida misma. Miré para abajo y vi en la calle un número de seis dígitos escrito en la calle, se ve que estaban construyendo un edificio, el tema es que el número me quedó, me vestí corriendo, como un loco, después de dar vueltas por una hora, me cansé y cuando ya estaba decidido a volver a matarme, vi la casa de lotería, compré el billete del Loto y me fui a dormir, a la mañana...
-No me jodas, Jorge, ¿fuiste vos?, ¿sos vos?, salió en la tele hoy.
-Sí, soy yo, mirá._ se puso de pies, juntó la palma de su mano con la de Nacho y  dejó el billete. Marcos en medio de una conmoción rompió a llorar como un niño tapándose con el almohadón del sofá. Nacho abrió los ojos más que nunca, la notebook hizo un sonido primeramente lejano, hasta que recordó que era el aviso de nuevo correo, giró para ver y era el mail de su padre con la confirmación de pago, sonrió, volvió a mirar a los ojos de Jorge y reconoció el amor sin encontrar palabras, emociones o censuras.