lunes, 11 de enero de 2010

Un bosque llamado Ben.

Le doy vueltas todos los días, era un buen tipo, no debía morir y dejarnos solos en este mundo hipócrita de seres tripartitos gracias al modelo de poder, dinero y fama. El cine me hizo un tipo menos serio e idiota, complaciente con todo el mundo, el cine me hace un ser de perspectivas autodestructivas, él era uno de los míos, parte de mi clan esparcido por el mundo, si me miro ahora mismo como un Dios aburrido puedo entender al resto que coexistimos en este cuarto con olor a flores baratas. Junto a mi están Carol, Chad, Edna, Anca y Ayrton, todos ganadores en Sundance, Venecia, Berlín, San Sebastián y un largo etcétera que me enorgullece y molesta, aunque sé muy bien que no son de mi clan, Corey sí lo era, pero está muerto después de agonizar innecesariamente dos semanas interminables.

-Voy a fumar unos minutos, ¿vienes?_Chad no sabe esperar a nada, ni siquiera contemplar a la muerte, seguro piensa en el guión que le han confirmado hace unos minutos desde su puto móvil de mierda. Es que no tienen respeto por nadie, aquí solo hay guionistas, agentes, especialistas, peces gordos y sanguijuelas en busca. Recuerdo la pésima actuación de Robert de Niro en su última bosta cinematográfica, la escena se duplica en la realidad y me siento un nuevo actor intentando caer bien en un día horrendo para la familia Collinwood.
-Prefiero algo de aire contaminado a esto._ser sincero es mi defecto principal, otro es pegarme a Chad "poco brillo" Trump (leáse bien, el sobrino del magnate de tupé). Bajamos la pequeña escalera de tres escalones de mármol griego y nos sentamos en el banco marrón oscuro que tienen frente a una ventana pared sin mancha alguna y con una vista del bosque insuperable.
-Eso sí es naturaleza Ben, ¿imaginas perderte en la noche allí dentro?, puede ser doloroso.
-Chad, tienes un GPS bajo la piel, a ti nunca te dolerá nada.
-¿Cómo lo sabes?
-Una noche en el Partten Club, no me costó mucho hacer que sueltes rondas para la gente, pagabas con el chip, ponías la muñeca sobre el apoya brazos del sofá y las tías y el alcohol venían como la lluvia nos moja.
-Eres un... es verdad, también vale como GPS entre otras utilidades secretas. Ben, es una putada todo esto, vamos tres entierros en dos meses, solo nos vemos para despedir a uno de los nuestros._ siguen creyendo que son de mi clan, el hecho de que fuéramos la élite de nuestra generación los volvió equivocados, insuficientes, idiotas perdidos. Corey sí era de los míos hasta hace unos días atrás, cuando...
-Mira, tengo que irme, me alegro de verte bien Chad, no dudo que comes bien, duermes mejor y filmas como te antoja en tus propios estudios, espero no tener que enterrarte en un tiempo.
-Lo mismo digo compañero, lo mismo digo.
-¿Por qué repites lo que dices?
-No sé, ¿por qué lo preguntas?
-Es que me recuerdas a una peli muy barata de hace unos años, nada, cosas mías, suerte con las premiaciones de este año, aunque seguro ya las tienes agendadas.
-¿Qué insinúas, Ben?
-Nada, ¿yo?, he dicho que tienes una agenda para el año, como todos, ¿qué más?, seguro te darán el globo de oro por enésima vez sin dudarlo.
-Eso no lo sabe nadie Ben, ¿sientes envidia?
-Mira, hoy es el día de Corey, estoy hasta los mismísimos huevos de hablar con gente como tú para nada, así que me voy a mi caravana a seguir rodando este puto país de enfermos, gordos y putas para ver si encuentro algo que criticar con un poco de dignidad.
-Pura envidia.
-Vete a la mierda Chad, recuerda tu apellido, bonito de cara, recuerda tu cuna.
-Mira... me vengo a enterar que eres como el resto, solo te da rabia mi dinero, mi fama, mi prestigio internacional solo porque tú no lo tienes, ¿me vienes a decir esto hoy y aquí?, vete a la mierda Ben, pensaba proponerte algo pero entiendo que todavía sigue sin estar al nivel de las circunstancias.
-Sé feliz Chad, diles al resto que quizás encuentren una caja de madera más cara y bonita que la de Corey, pero que todos tarde o temprano caerán en ella como un saco de madera recién cortada. ¡Y olvídate de mi, no pienso trabajar contigo!
-Eres puro odio, sigues oliendo a la mierda que te metes, Ben, ya no cambiarás, de eso estoy muy seguro, muy seguro.
-¿Sigues repitiendo frase?, eres patético. Dile lo que me has dicho al resto.
-¿Es una amenaza?, y no duplico frases, son mías.
-No, es una frase de otra película barata... una de las tuyas. Hasta hueles a barato y vendido.
-¡Vete a la mierda!_ creo que le han oído desde la otra planta, el mármol es un buen conductor de sonidos.

Corey había matado animales frente a la cámara solo para ejemplificar todas las barbaridades que había cometido el cine. Sus películas retrataban a actores frustrados, fracasados o descartados por el sistema de actualización de la fama. Era un genio indiscutible, todos sus filmes eran el retrato del huracán Hollywood, solo enseñaba las ruinas humanas que se desperdigaban de norte a sur por nuestras tierras americanas. Bajo soltando el aire podrido de la despedida por la calle tres con Bennett, es domingo pero el Soderberg plan está abierto, un buen polvo me dará inspiración divina. Corey te extraño, acabo de dejarte con esa filarmónica de New York tocando la canción que tanto detestabas, el único que lo sé soy yo, te reirás desde la tumba, siendo polvo, me voy con la latina, esa boca me va a comer la polla sin decir basta, tengo noventa dólares para estirar el dolor, pienso entrar en ese bosque y perderme con la cámara, algo bueno tiene que salir, y si es la muerte que sea de noche, así no la veo, Corey, amigo, la chupa de maravillas, casi no puedo hilar las ... por Dios, bendita sean las indias centroamericanas, es un coño viviente, eso... así... Corey no me olvides... pienso filmar mi muerte para que la edites desde allí.